VALÈNCIA. El Levante quemó su falla particular en El Sadar y, con ella, sus opciones de permanencia, que se vuelven a complicar. A la casilla de salida. Con un par de chispazos, Osasuna consiguió sacar del partido a los granota y duluirles entre llamas como si de un monumento fallero se tratase. Los desajustes defensivos volvieron a condenar los intereses levantinistas. El equipo se fue descosiendo a cada golpe rojillo y, en el definitivo, Chimy Ávila aprovechó el agujero por banda diestra para fusilar. En la segunda parte, continuó cayendo en picado y, en un tremendo error de entendimiento colectivo, los pamplonicas ampliaron ventaja. Brasanac redondeó con el tercero y poco después Roger anotó el del honor para el equipo de Alessio. No fue más que eso, un honor confuso unido a un conato de reacción que no se consumó.
La primera ocasión clara del partido la tuvo Roger a centro de Morales. El Comandante puso un caramelo al que el delantero no llegó por milímetros, en plancha y de cabeza, y pidió penalti en la caída. No fue suficiente. A la siguiente, respondió Osasuna por medio de Rubén García. El de Xàtiva se inventó un disparo de diestra con rosca que pegó en el larguero bajo la atenta mirada de Dani Cárdenas. El partido cogió tintes plomizos hasta que en los últimos compases del primer tiempo el Chimy Ávila inauguró el marcador. Los desajustes defensivos comenzaron a aflorar en el Levante miunutos antes, cuando Budimir ganó la partida con suficiencia a Róber Pier.
La acción del gallego, que se quedó demasiado pequeño en el duelo con el croata, iba a ser premonitoria de lo que pasaría dos minutos después. Precisamente Budimir arrastró una salida de posición de Cáceres, Son fue a tapar el agujero y a su derecha dejó una autopista para que el Chimy fusilara al meta levantinista a placer. El conjunto de Alessio se fue al intermedio por detrás en el marcador y de nuevo con su fragilidad defensiva a cuestas. Fue lo que mató al equipo en el primer acto.
En el segundo, no había más remedio que reaccionar. Lo hizo el cuadro granota en primera instancia, con una carrera de Morales que no pudo finalizar. Se la echó demasiado larga el capitán, pero la oportunidad era muy clara para el empate. Fue un espejismo. En la acción inmediatamente posterior, un despropósito de desentendimiento en la defensa levantinista provocó que Osasuna ampliara su ventaja. Falta sobre Morales, el Levante trata de sacar rápido y, cuando Cádenas acude al servicio fuera del área, es Cáceres quien pone el balón en juego sobre un Róber Pier que prácticamente ni siquiera miraba a la pelota. Incluso estaba presionado el gallego. Le robaron la cartera y Budimir anotó solo ante Cárdenas, que había vuelto sobre sus pasos. Desastre.
Y para redondearlo, otro desajuste dejó a Brasanac solo en el pasillo izquierdo. El serbio solo tuvo que cruzarla allá donde no alcanzó el portero de Terrassa, de nuevo vendido, aunque pudo hacer más. A partir de ahí, los levantinistas entraron en fase REM. La zozobra por verse tres goles por detrás en medio zurriagazo fruto de errores propios se adueñó del equipo, aunque siguió pisando campo contrario. Alessio movió el avispero, metió a Soldado tras un nuevo contratiempo: la lesión de Dani Gómez, que acababa de saltar al césped. Tras el cambio, el Levante trenzó una buena triangulación, que culminó Roger tras dejada precisamente de Soldado. El de Torrent anotó su quinta diana del curso para recortar distancias. Era demasiado tarde.
En cualquier caso, apareció de la nada un equipo. Fue más incisivo. La tuvo Morales, pero la mandó a las nubes en área pequeña. Cinco minutos antes, eso sí, Kike García había protagonizado una jugada maradoniana cuyo disparo se marchó rozando el palo derecho de Cárdenas. Se descubrió, aún más, el elenco de Alessio en zona defensiva mientras buscó una hazaña tan tardía como imposible. Tuvo que aparecer Cárdenas, de hecho, para sofocar primero un remate a la salida de un córner, y un chut raso de Kike García, al final.
Fue estéril el esfuerzo, producto también del desgaste del rival y un ligero frenazo en el ahínco de buscar portería contraria por parte del conjunto de Tajonar. Osasuna consigue firmar una permanencia virtual con 38 puntos en el casillero, mientras el Levante se complica la vida y pone su permanencia en chino auntiguo. Justo en la jornada en que un duelo directo entre Alavés y Granada, con victoria nazarí, le daba la oportundiad de apretar la zona bajera de la tabla. A nueve puntos del Granada, que ya no marca la salvación, y a siete de un Mallorca que todavía tiene que jugar esta jornada.
Ficha técnica:
CA Osasuna: Sergio Herrera, Nacho Vidal, David García, Juan Cruz, Manu Sánchez, Lucas Torró, Moncayola (Íñigo Pérez, m. 77), Brasanac (Oier, m. 77), Rubén García (Roberto Torres, m. 77), Chimy Ávila (Iker Benito, m. 68), Budimir (Kike García, m. 68)
Levante UD: Cárdenas, Pubill (Miramón, m. 85), Vezo, Róber Pier, Cáceres (Dani Gómez, m. 61) - (Soldado, m. 75), Son (Franquesa, m. 85), Pepelu, Malsa, Bardhi (Cantero, m. 75), Morales, Roger
Goles: Chimy Ávila (1-0, m. 44), Budimir (2-0, m, 57), Brasanac (3-0, m. 64), Roger (3-1, m. 75)
Tarjetas: Pubill (m. 46) por el Levante