VALÈNCIA. El Levante acabó guardando como un tesoro el punto extraído del Tartiere. Los de Nafti empezaron muy mal un encuentro que rápidamente se embarró para sus intereses. Sergi Enrich aprovechó las dudas granotas y abrió la lata tras un error de Cárdenas en la salida y el tanto asturiano desorientó al cuadro granota. Lejos de arrugarse y ayudado por un De Frutos sobrado en la Segunda División, el equipo se estiró en la segunda mitad e Iborra anotó en una jugada aislada, tras un saque de banda en largo de Postigo. Fue entonces cuando se estiró el Levante, pero los hombres de Bolo acabron, sin embargo, por ponerse la capa en los últimos minutos. Los levantinistas acabaron encerrados, achicando agua y, al final, sacando el punto a flote.
El partido, además, arrancó con malísimas noticias para el Levante. Shkodran Mustafi se volvía a romper a los diez minutos de juego. El central alemán se retiró con rostro de muy pocos amigos, de haber vuelto a crujirse la rodilla derecha y visto fantasmas que ya aparecieron la pasada temporada. Con 10 hombres sobre el tapete, Borja Bastón avisó pero Vezo salvó la primera papeleta. Sin embargo, Sergi Enrich no perdonó en la segunda al cuarto de hora: falló Cárdenas en la salida al primer palo, chocó precisamente con el portugués y el delantero balear aptovechó las dudas para empalar adentro. En instantes, al cuadro granota se le había enredado la noche.
El Levante se hizo un flan. Toda la contundencia que había mostrado en el grueso de las tres jornadas anteriores se desvaneció en un chasquido y los nervios se apoderaron del equipo a ritmo de vértigo durante el resto de la primera mitad. El elenco de Bolo se hizo grande y el centro del campo levantinista, demasiado pequeño ante la presión carbayona. Varios enfrentamientos con rivales y algunos problemas añadidos para salir desde atrás evidenciaron el exceso de tensión entre los hombres de Nafti.
Y para marcharse a vestuarios, más sustos. Wesley pareció pedir el cambio pero forzó su mantenimiento en el césped pese a muestras de dolor en abductores y, antes del pitido intermedio, una centro envenenado de Borja Sánchez que pudo caer entre las redes de Cárdenas. Solo Cantero amenazó con una volea cruzada desde la frontal que a la postre fue invalidada por fuera de juego en la entrega. Ya en la segunda, Nafti metió a De Frutos en busca de velococidad efectiva y lo que encontró fue, en el primer minuto, una jugada rápida del Oviedo que dejó a Enrich solo en la frontal, aunque esta vez disparó a las nubes.
A pesar de ese primer latigazo ovetense, el Levante reaccionó... de la nada absoluta. Un saque de banda en largo de Postigo acabó con Wesley cabeceando rodeado de azules y con Iborra, el más listo de la clase, haciendo lo propio para vencer a Tomeu Nadal en una especia de vaselina con la testa. El meta local salió en falso, y el de Moncada pareció verlo con el rabillo del ojo para poner el empate en el luminoso del Tartiere. Fue una jugada absolutamente aislada, a base de prominencia en el área más que de elaboración, pero sirvió para meter al Levante de nuevo en el partido. Tanto es así que, a partir de ese momento, los granota dieron un paso al frente.
Probablemente la salida de De Frutos tuvo mucha culpa. El segoviano sigue estando muy por encima de la categoría aun recién salido de lesión y se echó en la mochila el juego ofensivo del Levante. En las botas del '18' pasó a estar el peligro ofensivo levantinista, pero eso no iba a evitar que volviese a ensuciarse el envite para los intereses valencianos. Pepelu, que en la primera parte había visto una amarilla estupida por enfrentarse a Bastón en los minutos de más nervios del equipo, saltó con el codo abierto en una acción sin aparente peligro... y vio la segunda cartulina. Restaban 20 minutos para el final y los de Nafti tuvieron que apañarse con 10.
Ese contratiempo, eso sí, no iba a arrugar al Levante. Un cabezado de Soldado besó el palo derecho de Nadal después de otro inicio de ataque de De Frutos. Fue la antesala al correcalles en que se convirtió el último cuarto de hora. Y es que con pocas ocasiones más claras puede soñar Hugo Rama. El gallego se quedó libre de marca y sin nadie en kilómetros a la redonda para batir a Cárdenas, pero lanzó al muñeco. El meta granota tuvo que volver a aparecer un minuto después para sacar un disparo lejano de Mier con una gran parada.
Al Levante le tocó sufrir y achicar en territorio hostil. A pesar de De Frutos, la escuadra de Nafti no llegó a prodigarse demasiado en ataque en la recta final. Se dedicó, más bien, a especular con el resultado cogido con las pinzas del ímpetu del Tartiere y un rival que sí apretó las tuercas hasta el final. El Levante no hizo valer su condición de gallo de la categoría y, a la postre, salió del Principado vivo y con el rabo entre las piernas. El punto sabe, por un lado, a gloria tras lo visto en 90 minutos; por otro, el empate, sobre todo por lo mostrado en el verde, es insuficiente para las expectativas que genera un equipo hecho para el ascenso.
Ficha técnica:
Real Oviedo: Tomeu Nadal, Lucas Ahijado, Tarín, Dani Calvo, Aceves (Bretones, m. 87), Koba (Mier, m. 80), Montoro, Sangalli (Hugo Rama, m. 67), Borja Sánchez, Borja Bastón, Sergi Enrich (Obeng, m. 67)
Levante: Cárdenas; Son, Vezo, Mustafi (Postigo, m. 13), Franquesa; Pepelu, Iborra, Campaña (Pablo Martínez, m. 80), Montiel (Rober Ibáñez, m. 70); Cantero (De Frutos, m. 45) y Wesley (Soldado, m. 70)
Goles: Sergi Enrich (1-0, m. 15); Iborra (1-1, m. 50)
Tarjetas: Pepelu (m. 24 / m. 70), Wesley (m. 68), Son (m, 90+2), Cárdenas (m. 90+3), Soldado (m. 90+5), Postigo (m. 90+8) por el Levante; Borja Bastón (m. 24), Dani Calvo (m. 61), Montoro (m. 90+ 5) por el Real Oviedo