VALÈNCIA. El mes de mayo llega al calendario lleno de esperanza para el levantinismo a pesar de que abril ha arrojado, más allá de la ilusionante victoria del sábado, un período para olvidar. El bagaje son 5 de 12 puntos posibles. El Levante empezó el mes empatando ante el Eibar después de unas tablas desconsoladoras frente al Zaragoza en Orriols. La derrota ante el Mirandés, de nuevo en casa, llegó a poner la figura de Javi Calleja en el foco y la mejora de sensaciones en Las Palmas apaciguaron los ánimos antes de la que iba a ser, contra el Alavés, la batalla más importante de lo que va de temporada.
Con el choque ante los babazorros se ha terminado la agenda de duelos directos en clave granota. Al Levante no le queda en su camino ninguno de los aspirantes al ascenso directo, ni siquiera los dos equipos que, salvo descalabro, van a acabar disputándose la última plaza de acceso al playoff -Albacete y Cartagena, con permiso de un Oviedo que, a siete puntos del sexto lugar con doce por disputar, sí aparece en el sendero, aunque se antoja complicado que se apunte a la fiesta-. Los asturianos, en cualquier caso, serán el último rival en el Ciutat y podrían aterrizar en la cita sin objetivos al alcance, algo que invita al optimismo por más que los de Cervera formen uno de los equipos con mejor dinámica del campeonato -su abril si que fue bueno: pleno de triunfos-.
Sin embargo, los cuatro oponentes en la carrera por las dos primeras plazas de la clasificación sí tienen, todos, rivales directos todavía por enfrentar. Las apuestas dan al Alavés como equipo de promoción. Su calendario es, sin duda, el más temible. Los de Luis García ahora tienen que recibir al Granada de Paco López en una lucha a pecho descubierto por seguir vivos en la pelea. El escenario ideal del encuentro para el Levante sería un empate que frenaría a ambos y, con el goalaverage particular a favor, los de Calleja sacarían dos puntos más la ventaja adicional de vencer en cualquier igualada final.
Pero más allá de ese duelo, en Mendizorroza esperan emociones fuertes. El siguiente encuentro será ante un Albacete que, pase lo que pase el próximo fin de semana, necesitará vencer para no complicarse el billete a las eliminatorias. Además, el Málaga visitará Vitoria con dos escenarios posibles: bien inmerso en una pelea encarnizada por salvar el pescuezo, bien en plena depresión tras consumar su descenso a Primera RFEF. El Tourmalet blanquiazul coronará con otro choque que, previsiblemente, será al todo o nada ante Las Palmas.
Más relajado lo tienen Eibar y Granada, aunque los dos vivirán enfrentamientos directos la próxima jornada. En la misma fecha de la visita levantinista a Tenerife, los andaluces abrirán el viernes con ese duelo crucial ante el Alavés y los armeros cerrarán contra Las Palmas en un fin de semana marcado desde hace meses en las agendas de los candidatos. Eso sí, tras esta jornada decisiva, ambos bajarán su pistón de rivales: Racing, Sporting de Gijón y Huesca, todavía inmersos en la lucha por el descenso, estarán probablemente fuera de ella a su paso por el ring del Eibar; Lugo -ya descendido-, Mirandés -en tierra de nadie- y Leganés -en la última jornada, con todas las situaciones posibles en torno al descenso-, son los oponentes del Granada.
Yn el nivel intermedio, Las Palmas. El conjunto que dirige García Pimienta es hoy el que peor dinámica presenta de entre el big five de la categoría -su 2 de 12 es incluso peor que el bagaje del Levante- y ese choque del lunes ante el Eibar será más que decisivo para sus aspiraciones en la recta final. Después, un Villarreal que debería ser presa asequible antes de viajar a Murcia, donde el hincha insular reza para que el Cartagena llegue entonces con la guerra por entrar en playoff ya perdida. La guinda de su calendario la pondrá el Alavés.