VALÈNCIA. "No le quiero dar mucha importancia. Es entendible que estamos a muchas revoluciones. Al final, la situación es comprensible, pero obviamente si es mi afición no es un buen gesto por mi parte. Pero hay que olvidarlo. Lo siento de verdad, de corazón". Son las palabras de Dani Gómez, la explicación del delantero madrileño tras su polémico gesto dirigido a la grada del Ciutat de València. El ariete anotó su primer tanto tras año y medio y reaccionó llevándose la mano a la oreja en señal de desaprobación al respetable, que le había echado en cara previamente alguna acción en forma de música de viento.
Gómez explicó que vuelve a Orriols después de "una etapa complicada", en la que había convivido con las lesiones en las filas del Espanyol y en la que "no había encontrado la oportunidad". Además, ha admitido que tenía en la cabeza su falta de gol: "El que diga que no, miente", ha asegurado en zona mixta. "Tenía ganas de marcar y lo sabía todo el mundo. Me quedo con la victoria del equipo y hay que darle valor a lo que estamos haciendo. Hay que seguir en esta línea, vamos todos a una", ha añadido.
Respecto al tanto, ha repasado que "había visto que Vezo em miraba y hetirado el desmarque en profundidad. Me he metido en el área y he intentado buscar el tiro. Ha salido un buen gol para dar la victoria". Tras el tanto, y después de la polémica, Dani Gómez ha mirado a otro lado de la grada para señalar a su pareja y dedicarle el gol a su hijo, que está en camino. "La dedicatoria ha sido para mi novia, que está embarazada, Ypara mi hijo, que me queda poquito", ha rematado.