VALÈNCIA. Debate en la portería del Valencia CF. Los últimos partidos de Giorgi Mamaradasvili han provocado que el georgiano conozca la otra 'cara' del fútbol tras un arranque de temporada espectacular. El meta llegó para jugar con el Valencia Mestalla, pero sus actuaciones durante la pretemporada le brindaron la oportunidad de defender la portería del primer equipo. Sus méritos en los tres primeros partidos echaron el candado a la portería.
Sin embargo, el rendimiento de Giorgi Mamardashvili ha descendido poco a poco desde el regreso a la competición tras su debut con la selección absoluta de Georgia. Mientras tanto, Jasper Cillessen aguarda su oportunidad para ocupar el lugar que le había 'prometido' José Bordalás para esta temporada. El meta holandés acumula una racha de infortunios que le han apartado de la lucha por la portería en determinadas fase durante su etapa en Mestalla.
En Pamplona, Giorgi Mamardashvili cometió su primer error. El VAR evitó el castigo. Una falta de entendimiento con Alderete provocó el tanto de Osasuna. Un gol que fue anulado porque el Giorgi logró coger la pelota a tiempo pese a que dudó en la salida. No obstante, en esa acción la mayor parte de la responsabilidad fue de Alderete, que tuvo la opción de despejar el esférico y no lo hizo.
El pasado domingo llegó el Real Madrid. Partido de enjundia para Mamardashvili. El georgiano estuvo seguro y blocando los 'latigazos' de fuera del área y no tuvo fortuna en el gol de Vinícius. El disparo del brasileño tocó en Foulquier y no pudo hacer nada para evitar el gol. En el 1-2 sí que acaparó los focos. Mamardashvili midió mal la salida en el centro de Vinícius y Benzema lo aprovechó para liquidar al Valencia.
Sin embargo, su peor partido fue el miércoles en el Sánchez Pizjuán. Cometió un error impropio de fútbol profesional. Se equivocó al medir el bote del balón y le pasó por encima provocando el 2-0. El golpe moral se le notó y volvió a equivocarse en la salida con Rafa Mir, que le batió con una vaselina. Estos errores han abierto un debate que estaba cerrado. La última palabra la tiene Bordalás.