VALÈNCIA. Desde luego el caso de Layhoon un año después de su regreso ha sido decepcionante por los cuatro costados. Su papel como escudo de Peter Lim ya lo habíamos visto en su etapa anterior, pero dada la implicación del máximo accionista en el Valencia CF desde hace años... ¿no ha sufrido una pérdida importante de su confianza en el organigrama de Meriton?
Lo digo porque cuando vino Layhoon en su primera etapa lo hizo con un Peter Lim mucho más activo en la inversión y que acabó retirándola por Anil Murthy tras dos años de gestión desastrosa, sin aprender el idioma y no llegar a conectar con la sociedad valenciana. Algo que tampoco hizo Murthy, por razones ya conocidas por todos.
En este sentido, que Layhoon haya vuelto al Valencia CF con la desidia que transmite Peter Lim por esta empresa en la que lo único que le preocupa es recortar gastos y finalizar un estadio con el dinero de CVC para revalorizar sus acciones, refleja una caída de su figura en la estructura del mecenas.
Lejos queda la importancia de Layhoon en el principal vehículo financiero de Lim, que no es otro que Thomson Medical Group. Un holding que ya dirige Kiat Lim -desconozco si con acierto- desde hace más de un año. El regreso de Layhoon a Valencia visto ahora con más perspectiva coloca a la presidenta en un activo de la familia Lim que Peter lleva años sin visitar y por el que Kiat Lim se pasó un día para soltar una serie de mentiras y compromisos vacíos que han vuelto a dejar a la guardia de Valencia con la cara partida por enésima vez.