VALÈNCIA. El Grupo USA Handbol Mislata acarició el empate ante el Cicar Lanzarote, uno de los candidatos al ascenso, en un partido extraordinario. Las de Mislata tuvieron una última posesión y diez segundos para sumar su primer punto pero la portera canaria repelió el lanzamiento desde el extremo. Hubiera sido un premio justo para un equipo que bregó durante todo el partido para no irse de vacío al final. Y todo frente a uno de los conjuntos más potentes de la categoría que sumó en Valencia su tercera victoria en las tres jornadas disputadas.
La primera parte fue intensa e igualada. De ritmo endiablado y con los dos equipos defendiendo y atacando con mucho criterio. El lanzamiento exterior y el juego con la pivote de las canarias fue un handicap para Mislata que en ataque también tiró de calidad y buenas combinaciones para no dejar que su rival se despegara en el marcador. El gran potencial del equipo canario era un prueba de fuego para las locales que no se amedrentaron y sacaron su mejor versión hasta ahora de la temporada. Las diferencias nunca pasaron de los dos goles y al descanso se llegó con empate a 16 que reflejaba muy bien lo ocurrido en la pista.
La segunda mitad fue muy parecida. Defensas presionantes, mucho contacto y mucha calidad. Todo estuvo igualado hasta el tramo final donde las visitantes sacaron su artillería para poner tres goles de diferencia en el último parcial. Parecía que el partido estaba sentenciado pero sacó Mislata su ADN guerrero y ante el estupor del equipo rival remontó dos goles y estuvo a punto de empatar en el último suspiro. Ese juego coral y espíritu luchador se quedó sin premio pero el Grupo USA encontró ayer el camino para competir en la categoría sin complejos. Las canarias sufrieron para llevarse los dos puntos.