diario fer / OPINIÓN

Disfrutemos más de nosotros mismos

29/04/2020 - 

VALÈNCIA. La verdad es que estos días no he parado de entrenar. Aunque los Juegos Paralímpicos, que eran mi objetivo principal, se aplazan al año que viene, estoy a expensas de lo que se vaya a hacer en tema de competición próximamente a nivel nacional o internacional. Por eso he intentado seguir entrenando y yo lo he tenido bastante fácil: hago ciclismo y tengo un rodillo en casa. Con eso me apaño. No sería lo mismo si hiciese natación. Es el ejemplo más común que se me ocurre, un deporte que necesita de una piscina. Sin embargo, tengo suerte, funciono bastante bien con mi rodillo.

Eso sí, es un poco cansino. No es lo mismo entrenar en casa que al aire libre. Es mucho más aburrido, eso seguro, aunque en el rodillo mis entrenamientos son más intensos. No lo hago tan largo en comparación con un entrenamiento normal, que puede durar dos, cuatro, cinco horas. Intento no pasar más de hora y media en el rodillo, así que… entreno varias veces al día. Hay días que me he subido tres veces. Me ayuda a mantener la mente ocupada.

Hace poco, en febrero, estaba colgándome un oro en el Mundial adaptado en pista de Canadá, pero ya cuando acabé cambié el chip. Empecé a pensar en la ruta, que es donde me jugaba el billete para Tokio 2020. Era mi baza. Dije: “He ganado el Mundial de pista, vale, pero ahora me tengo que preparar para el de ruta”. Es verdad que esa victoria en Canadá me motivó mucho, fue muy grande, me sentía súper ambicioso. Y ahí llegó este virus. Pero aun así he seguido entrenando con la misma motivación.

Es verdad que también tengo suerte porque vivo en una casa unifamiliar, con jardín. Dentro del confinamiento me considero un privilegiado. Pienso en esa gente en pisos o sin balcón y debe ser difícil. Igualmente, hay días que me apetece coger el coche o irme a pasear, pero me viene bien estar en casa para aprovechar y estudiar inglés. Estoy haciendo un curso y ahora me mandan deberes online. A veces también me pongo con el doctorado que en un futuro quiero hacer y, si no, pues ordeno trastos en el garaje.

Al final esta situación la tenemos que aguantar y eso nos ayudará a salir. Este tiempo de confinamiento a mí me está sirviendo para estar bien conmigo mismo, para valorar más la soledad. He aprendido a no deprimirme tanto si me quedo solo, a buscar alternativas. Soy una persona muy sociable y, normalmente, si no estoy encima de la bici siempre estoy haciendo otras cosas, con amigos, en el cine… Pero nuestra actitud ha de ser diferente. Valoraremos, no sé si más o mejor, otra forma de estar con nuestros semejantes.


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