VALÈNCIA. El valencianismo, el valencianista, vive últimamente ligado a una inmensa depresión viendo como el club que lleva grabado en su corazón se desangra día tras día anunciando, tristemente, un futuro agónico y absolutamente antagónico con la historia de este club centenario.
Una pequeña sonrisa
Pese a todo, pese a esa tremenda depresión que parece que se ha apoderado del alma de este Valencia desde que Meriton compró el club, ahora en el horizonte aparecen dos sucesos que invitan, al menos, a volver a ilusionarte con el fútbol y a soñar de nuevo con el futuro del Valencia que siempre ha cabalgado en tu corazón.
Una Copa y un sueño
El fútbol es deporte, parece obvio, y la competencia es la que pone en marcha a una afición que siempre sueña con el éxito de su equipo. Ahora bien, vamos a ir partido a partido y a no dejarnos encandilar por un futuro del que a fecha de hoy no sabemos en concreto. Se trata, como siempre dicen los magos de este deporte, de ir partido a partido y en no pensar en lo que sí puedes sacar al final. Así las cosas, y con el espíritu del aficionado de a pie y con enormes ganas de volver a sentir triunfando a su equipo, vamos a vivir con una ilusión tremenda el partido de vuelta contra el Athletic Club y vamos a pensar que este Valencia limitado al máximo en sus funciones si puede obrar el milagro y meterse en una final con la que todos soñamos. ¿Pero sí existe además un sueño de cara al futuro?
Como una enorme final
El tema lo desveló Fran Guaita en la Cadena SER Valencia y lo amplió Salva Folgado en las páginas de este su Plaza Deportiva. Fran desveló que estaba en estudia judicial la hipotética venta ilegal a Peter Lim, Meriton en el caso que nos ocupa, y Folgado desveló ayer que los tres altos cargos de los poderes políticos cuando se hizo la venta -Ayuntamiento, Generalitat y Diputación- tienen que dar cuenta ya de todo lo sucedido. El asunto en sí es mucho más trascendente que una hipotética final de Copa e invita a soñar con un futuro complejo pero estupendo en caso de que el juez de la trama dictamine que fue ilegal la venta al actual máximo accionista de la mercantil y dueño por tanto de nuestro Valencia.
Dos cantos de esperanza
Parece mentira, pero así de golpe y porrazo, el valencianismo de a pie, ese valencianismo que realmente sí siente y ha heredado la pasión por este equipo de fútbol, estamos viviendo dos situaciones que devuelven al fútbol toda la magia que nos está robando sin ninguna consideración un tipo tan frío y distante como Peter Lim desde su querida, y lejanísima, sede central en su Singapur del alma. Una semifinal de Copa es un canto a recuperar en cierta medida la ilusión y la alegría por un deporte que da la impresión que nos han robado de forma indigna -y esperemos que además al final sea también ilegal- y una hipotética ilusión final se entremezcla en caso de que un juzgado de Valencia desestime la venta de este centenario club a un tipo con tan escasos escrúpulos como anida en el alma y en la forma de proceder de un Peter Lim que ha robado el corazón y la ilusión a una familia valencianista que asiste alucinada y tristísima viendo el camino en el que se encuentra su Valencia.
Soñemos pues
No sabemos si al final de estos dos enormes partidos -el de la Copa ante el Athletic y el de la venta en los juzgados- si tendremos un final feliz para ambos acontecimientos. Pero soñar a fecha de hoy, es gratis y recompone parcialmente el alma. El futuro es muy complejo. Pero mientras exista esperanza el valencianismo volverá a ilusionarse nuevo. Y eso es lo vital en este caso. Ojalá esta pesadilla en la que se ha convertido el Valencia al final sí tenga un final feliz, el que se merece todo el valencianismo.