Dulce maquillaje para un año horrible

VALENCIA. Son otros. Pesan menos. Corren más o parecen más rápidos. El cambio que ha experimentado el Valencia CF con Pako Ayestarán es evidente en la mentalidad con la que los valencianistas afrontan cada encuentro liguero. Ante el Eibar en Mestalla se logró la goleada más amplia de la temporada y depués de 24 jornadas la portería blanquinegra se quedó a cero.

Paco Alcácer y el portugués Cancelo fueron los goleadores y también los mejores jugadores del partido, principalmente el luso que convirtió su banda derecha en una autopista sin peaje durante todo el encuentro. Sin embargo, lo destacable es que el aficionado se marchó a casa después de una noche feliz y haciendo cuentas para ver si es posible disputar Europa la próxima campaña. Un auténtico milagro cuando sólo diez antes se vivió una final en la que se hablaba de descenso. 

Para el aficionado es obligado disfrutar cada victoria de su equipo y más cuando se golea como anoche, pero esa es la misma obligación que tiene el club de analizar muy detenidamente que ha fallado este año para que unos futbolistas cambien tanto su rendimiento en apenas tres semanas. Ayestarán ha puesto al equipo a trabajar y lo ha enchufado pero no tiene una varita mágica. Ahora el equipo quiere y antes por lo que fuese no quería o no sabía. 

Mestalla disfrutó en el primer acto de jugadores que hasta ahora habían estado casi siempre en el ojo del huracán. Futbolistas como Parejo o André han recuperado su fútbol, otros han encontrado su mejor versión como Mina y otros sencillamente han empezado a demostrar lo que demostraron fuera y por eso se les fichó como Abdennour o Rodrigo Moreno. 

A los nueve minutos Alcácer adelantó a los de Mestalla tras recoger el rechazo de Riesgo al lanzamiento de un penalty. Desde ese gol el equipo se relajó y dejó jugar más al equipo vasco. Fueron Cancelo y Rodrigo los mejores del primer acto. El hispano brasileño ha roto muchos de sus miedos y vuelve a ser el futbolista desequilibrante que jugó sus primeros meses en Mestalla, ya sólo le falta marcar para volver a ser el que la rompió en el Benfica. Cancelo volvió a sacar su mejor cara. En ataque es uno de los mejores laterales de Europa, si el inquilino del banquillo le consigue centrar en defensa será el mejor en su puesto más pronto que tarde. 

Alcácer finalizó dos buenísimas jugadas que cocinaron entre el portugués y el hispano-brasileño. En el segundo fusiló una dejada del lateral y en el tercero remató a placer un centro medido de Rodrigo. El delantero rompió su sequía pero tendrá que acumular más goles si quiere jugar la Eurocopa. Así finalizó la primera parte y la segunda se bajó la intensidad. El Eibar tuvo sus llegadas y bastante más posesión que en el primer acto. 

Cancelo aprovechó otra asistencia de Rodrigo para marcar su primer tanto liguero y cerrar la cuenta. Mestalla disfrutó después quitándose los miedos de una vez y sonriendo aunque sin saber muy bien que celebraba más allá de que su equipo ganaba por goleada. El equipo ha recuperado siete puestos en la tabla en las últimas tres jornadas. Ha pasado del decimoquinto al octavo puesto en la tabla y aunque sea complicadísimo tiene opciones reales de jugar en Europa la próxima temporada. Seguramente sea mucho maquillaje para una temporada con un color tan feo.  

La temporada acaricia su final y seguramente faltarán jornadas para medir la reacción. Lo que sí tiene el club son muchos argumentos y motivos como para cambiar muchas cosas este verano y evidentemente no todo es culpa de los futbolistas. Eso sí, los que corrieron anoche en Mestalla son los mismos que durante todo el año han sido un equipo incapaz de ganar a casi nadie.