VALÈNCIA. (EFE / Pedro Zamora).- El Levante, colista de Primera División y sin ganar en la Liga desde abril, ha vivido un 2021 también difícil en el apartado social, con un claro frenazo en el número de socios, con unas pérdidas millonarias recién presentadas ante sus accionistas y sin haber podido avanzar en la construcción de su nueva ciudad deportiva.
La vuelta al público a los estadios, que arrancó de forma testimonial en el tramo final del curso 20-21, fue una buena noticia para los seguidores del Levante, ya que no habían podido disfrutar el remodelado Ciutat de València desde que fue estrenado en noviembre de 2020 a puerta cerrada por culpa de la pandemia.
Sin embargo, la afluencia al Ciutat de València ha bajado notablemente porque el número de socios se ha reducido de más de 22.000 en la temporada 19-20 a los poco más de 16.000 que tiene ahora, ya que el club decidió poner punto y final el pasado verano a las distintas promociones de fidelidad y por las cuales la mayoría de socios adquirían su abono de forma gratuita.
Tampoco ha ayudado la situación deportiva y, de hecho, la relación entre la hinchada del Levante y su equipo se ha tensado hasta tal punto que hace poco más de un mes una representación de los peñistas se reunió con los capitanes de la plantilla para limar asperezas.
Al presidente Quico Catalán, desde 2010 al frente del club valenciano, también le ha fallado este año la vertiente económica y por primera vez ha presentado unas pérdidas de 23,2 millones de euros del curso pasado después de no haber vendido a ningún futbolista en el último mercado de fichajes.
Pese a la cifra récord de pérdidas desde que está Catalán, el futuro económico del Levante parece asegurado gracias al acuerdo firmado recientemente entre el fondo americano CVC y la Liga y que inyectará en el club valenciano en los próximos años casi setenta millones de euros, aunque el presidente tendrá que mejorar el fair play financiero si quiere fichar en enero.
El setenta por ciento de ese dinero que llegará de CVC estará destinado a los dos grandes proyectos del Levante: la construcción de la nueva ciudad deportiva, que estará ubicada en Nazaret (València), y la segunda fase de remodelación del Ciutat de València.
Sin embargo, el propio presidente del Levante admitió recientemente ante sus accionistas que el club ya ha hecho toda su parte del trabajo y que dependen exclusivamente de recibir las autorizaciones correspondientes del ayuntamiento de València y de la Autoridad Portuaria de València para poder iniciar las obras en Nazaret durante los primeros meses de 2022.
Catalán tampoco pudo precisar a los accionistas cuándo acometerá la segunda fase de remodelación del Ciutat de València, pues después de presentar el 10 de marzo de 2021 su propuesta al ayuntamiento de València y haber redactado ya el anteproyecto está pendiente de que el consistorio valenciano solvente todos los trámites burocráticos.