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LA OPINIÓN DE LOS COLABORADORES

"El Athletic lo único que hizo fue aprovechar los regalos fantásticos del Valencia"

Vicente Bau, Desmemoriats, José María Peris y Vicent Molins muestra su visión de la derrota del Valencia ante el Athletic en Mestalla

29/02/2016 - 

VALENCIA. El Valencia cayó derrotado por cero goles a tres merced a sus errores y a las facilidades que le concedió al Athletic Club en Mestalla.

Los colaboradores de Plaza Deportiva muestran su visión del choque en Mestalla.

VICENTE BAU

SIN ENZO PÉREZ

Gary Neville cambió a un Enzo Pérez que aun no ha recuperado su mejor forma y por ahí acabó todo. Fue irse Enzo y comenzar a caer goles en contra sin ninguna piedad. De pronto el Valencia perdió el norte y entregó toda su autoestima al Athletic Club. Y sí, resultó todo tan extraño como llamativo. El Athletic se adelantó con un gol apacible de Sabin Merino sin ninguna oposición dentro del área. Marcó el segundo tanto tras un clamoroso fallo de Parejo que Munian aprovechó casi con una sonrisa en la boca y se cerró la goleada con un tanto sin ninguna oposición de Aduriz que a la postre era el hombre al que tenía que sujetar de nuevo Parejo. Al margen de esto, al margen de ver al Valencia perder el norte y regalar el partido, el Athletic realmente lo único que hizo fue aprovechar los tres regalos fantásticos del equipo de Neville. Hasta entonces el partido había transcurrido más o menos igualado y sin grande ocasiones para ninguno de los dos equipos. El 0-3 final no refleja lo visto sobre el terreno de juego. Pero al fútbol de la Primera División española no se puede jugar dando tres asistencias clamorosas al rival. Así perdió el Valencia y así ganó el Athletic. Y eso es dar mucha ventaja a cualquier rival.

DESMEMORIATS

Menudo cúmulo de circunstancias. El partido de hoy exige dos lecturas muy distintas. Una, hasta la salida de Enzo Pérez, y otra, tras el 0-1. Hasta entonces era un encuentro de domingo a las cuatro, de ritmo lento, sin historia, en una tarde lluviosa en la que parecía que el Valencia acabaría ganándolo con la camiseta, un par de arreones y un certero cuarto de hora para derrumbar la muralla vizcaína. Y todo parecía ir encaminado a eso, porque los de Garyestarán se hicieron con el dominio del juego hasta el minuto 28 del segundo tiempo. Existieron ocasiones, llegadas, todo... Incluso ese experimento de cambiar de banda a Cheryshev y Mina mejoró el acceso al área. Pero entonces ocurrió lo insospechado, como de repente el mundo giró sobre su eje, y en 5 minutos te caen tres goles seguidos que no sabes explicar. Enzo se había lesionado, y le habían cambiado. A Parejo lo habían vuelto a poner por delante de los centrales, y se volvía al esquema kamikaze de todo el curso.

Es muy tentador arrastrar al inglés por el fango y ascender a Valverde a los cielos, pero lo del Athletic no se produce sin una ristra de errores groseros en cadena. Lo de Mustafi es para dejarlo en la grada de una santa vez, el alemán está firmando una temporada lamentable, indigna de un internacional e integrante de la zaga del campeón del mundo. Lo de Negredo ya clama al cielo. Lo de este hombre no tiene más aguante. Lleva dos cursos seguidos coleccionando errores ante la portería que a otro le costarían salir lapidado de Mestalla. Pero ya sabemos que en esta plaza gusta más un nombre que una realidad, y el madrileño seguirá juntando silencios en su irrisoria estancia en el Valencia.

Nadie esperaba nada de lo que quedaba de curso, pero tampoco salir hoy con un 0-3 de Mestalla de esta manera. Es lo que hay, la temporada no se hará, ya es insoportable.

JOSÉ MARÍA PERIS

Dos acciones de tus delanteros, que no definen, Negredo a las nubes y Alcácer no superando a Iraizoz, pueden resumir el partido de hoy. Desaciertos y dos errores clamorosos de Mina y Parejo con la pelota sentenciaron a un Valencia que se descosió cuando Enzo salió del partido. Hasta ese momento, el partido era una disputa bonita, con el equipo ofreciendo buen ataque conjunto y no mostrando ninguna concesión defensiva porque teniendo la pelota es como mejor se defiende. Y es que cuando el equipo no tiene el balón, hay verdadero temor en el sufridor espectador. Deberíamos analizar porque no se marca a pelota parada y porque en las transiciones no se realiza ninguna cobertura. Y con esas, la imagen es la misma. Miradas de incredulidad de unos y otros, cabezas gachas y urgencias con la pelota. Zamora no se hizo en una hora y ganar cuatro partidos seguidos no nos convertía en príncipes. Seguimos siendo ranas.

VICENT MOLINS

Mientras el nevillismo (!!) nos aclara si Neville renovará en abril o en mayo, el equipo mejora. Se vio a un equipo normalizado en buena parte del partido pero cuyas carencias más vistosas resultan letales cuando en frente hay un rival con empaque. La dificultad de los delanteros para encañonar, la defensa sin nivel y un trabajo táctico todavía por pulir fueron condena. Los cambios de Neville dañaron al equipo (debe ser la cultura española, que exige a los técnicos demasiadas cosas demasiado pronto) y se notó el bajón que llega cuando a Enzo se le acaban las fuerzas. El optimismo de una mejora contra la fatal realidad. En esas estamos.

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