VALÈNCIA. La plantilla del Atlético de Madrid regresó este miércoles a los entrenamientos, doce horas y media después de su empate en la Liga de Campeones contra el Qarabag, en una sesión en la que el equipo repuso fuerzas y ánimo ya con la mirada en el partido del sábado ante el Deportivo en Riazor.
Como es habitual después de cada encuentro, el argentino Diego Simeone dividió a sus jugadores en dos grupos: por un lado, los titulares del choque contra el conjunto azerbaiyano, que se entrenaron en el gimnasio, al igual que los lesionados Yannick Carrasco y Koke Resurrección; y, por otro, el resto del equipo.
Estos últimos, incluido el hispano-brasileño Diego Costa, se ejercitaron durante una hora sobre el terreno de juego, con un partido contra un equipo formado por jugadores de las categorías inferiores del club.
Diego Costa, en sus entrenamientos específicos, sólo participó en la primera parte de ese encuentro. Marcó un gol.
Para el duelo contra el Deportivo de La Coruña, Simeone está pendiente tanto de Koke como de Carrasco. El primero, con un edema muscular, ya se ha perdido los últimos cinco choques de su equipo; mientras que el segundo, con unas molestias en la rodilla a causa de una tendinopatía rotuliana, ha sido baja ya en cuatro partidos.