El Castellón se desmorona tras una buena primera parte y vuelve a ceder dos puntos ante un rival directo 

CASTELLÓN. El Castellón ha vuelto a mostrar toda su inoperancia frente a un rival directo en la pelea por la permanencia, el Atlético Levante, y ha empatado a uno en un encuentro que dominó en la media hora inicial antes de desmoronarse en la hora final.

La presión y la responsabilidad no pesaron al conjunto de Óscar Cano en los minutos iniciales, muy bien jugados y con un gol al cuarto de hora como recompensa. Pero los albinegros, lejos de tranquilizarse, fueron a menos según avanzaba el partido, hasta ser dominados por completo en una segunda parte absolutamente desigual en la que los granotas lograron el empate a tres minutos del final.

Nada hacía sospechar este desenlace tras el arranque de partido. Porque el Castellón salió imprimiendo velocidad y presionando muy arriba para entorpecer la salida de balón de los granotas y gracias a ese trabajo tuvo más la pelota y sus aproximaciones al área del Atlético Levante se sucedieron. 

Solo faltó claridad en sus llegadas, aunque, de tanto insistir y con un poco de fortuna, llegó el gol en su primer y único tiro a puerta en toda la primera parte. Su autor fue Rubén Díez, quien, con la colaboración involuntaria de un defensa en el desvío, se estrenaba como goleador del Castellón.

No hubo más opciones claras por parte albinegra en los 45 minutos iniciales, pero el resultado era justo porque el conjunto orellut dominaba y controlaba con autoridad frente a un rival que no era capaz de tener la pelota y que sufría en cada ataque local. Los granotas, eso sí, mejoraron en el cuarto de hora final de la primera parte, tuvieron más posesión de esférico y gozaron de una ocasión por medio de Eneko Jauregi que desbarató Campos con una buena intervención.

La reacción del Atlético Levante marcó tendencia en la segunda parte, donde los valencianos dominaron con claridad y embotellaron al Castellón en su área. Se repetía la situación vivida dos semanas antes ante el Teruel, con los albinegros languideciendo tras una buena primera parte. Y se repitió el desenlace, con un empate tardío, pero justo por los méritos del Atlético Levante y los deméritos de un Castellón incapaz de competir los partidos. Y aún faltó tiempo para que ganara el filial, porque dispuso de dos ocasiones más antes del pitido final, en plena descomposición albinegra.

El equipo de Óscar Cano, que acabó el partido abucheado por un amplio sector de la grada, suma seis partidos consecutivos sin ganar, aunque en la tabla no se ha visto muy castigado por este último tropiezo, pues se acerca a tres puntos de la salvación.