VALÈNCIA. El presidente del CSKA Moscú, Andréi Vatutin, consideró hoy "política" la decisión de excluir a los clubes rusos de la Euroliga la próxima temporada por la campaña militar rusa en Ucrania.
"En realidad, la decisión fue adoptada antes de la reunión, por lo que esperar otro resultado era difícil. Es una decisión política", comentó Vatutin en la página web del club moscovita.
Vatutin destacó que "la mayoría de clubes de la Euroliga está convencidos de que los Gobiernos de sus países no les permitirán enfrentarse a los equipos rusos".
"Estoy seguro de que nadie sale ganando сщт esto. (El presidente de la Euroliga) Jordi Bartomeu también destacó que este es un paso político necesario en el que pierden todos y que con el CSKA la liga era más potente", apuntó.
Admitió que durante la reunión de la junta de accionistas de la Euroleague Commercial Assets (ECA) se escucharon "muchas palabras sobre la importancia del CSKA para el torneo, pero la decisión fue en contra nuestra".
"Eso son palabras y los hechos dicen que Rusia ha sido privada de participar en la Euroliga", aseguró Vatutin, que llegó a proponer hace unas semanas que el CSKA disputara sus encuentros de casa en territorio neutral, como Turquía o Serbia.
Al respecto, lamentó que durante los últimos tres meses "nadie" de la directiva de la Euroliga considerara necesario discutir con los clubes rusos las posibilidades de participar en el torneo.
El presidente del CSKA también precisó que abordará con los abogados del club la posibilidad de iniciar acciones judiciales.
"La cuestión de retirar al CSKA las acciones de la Euroliga no se trató. Pretendemos continuar siendo accionistas del torneo", agregó.
Aunque la decisión final se adoptará el 7 de julio en la Asamblea de la Euroliga, se espera que ni el CSKA ni el Zenit San Petersgurgo disputen a partir de octubre la máxima competición continental
Tanto el CSKA como el Zenit fueron apartados a finales de febrero de la Euroliga debido a la "operación militar especial" rusa en Ucrania.
El Zenit de Xavi Pascual derrotó al CSKA en la final de la liga rusa al mejor de siete partidos, a la que ambos clubes llegaron con bajas debido a la salida de varios jugadores extranjeros tras la exclusión de la Euroliga.