VALÈNCIA. Vicente Iborra es ahora mismo un imposible para el Levante y difícilmente sea diferente este verano. Tal y como trasladó Felipe Miñambres este viernes en su comparecencia pública en el Ciutat de Valencia, el salario del centrocampista y la justificación imperativa, ante La Liga, de la significativa reducción que el club de Orriols necesitaría para poder hacerle hueco en su plantilla, han terminado por truncar un deseo expreso de ambas partes. Plaza Deportiva ya adelantó el pasado 24 de junio de que el club meditó la reincorporación del '10' de manera prácticamente inmediata, días después de empezar a espolsarse la pena tras lo vivido en la final por el ascenso. Y ahora Grecia podría ser el próximo destino del hijo pródigo: tal y como pudo saber este diario, Olympiakos es el club más cerca de firmarle.
Será contra el deseo inicial de un Iborra que, ya a su aterrizaje en el Levante el pasado verano admitió que, en caso de no lograr el ascenso y a pesar de que solo con la vuelta a Primera tenía asegurado su fichaje definitivo en su casa, iba a tratar de continuar. Iborra llegó cedido una temporada procedente del Villarreal, que ha pagado la mayor parte de su salario de 3,5 millones de euros durante su préstamo en Valencia. Son unos emolumentos inasumibles para el Levante, tanto en Segunda como si se hubiera logrado un ascenso, aunque en tal situación el exsevillista traía una obligación de compra bajo el brazo.
Ahora el futuro de Iborra pasa por entrenar en Villarreal, donde tiene todavía por delante un año de contrato, a las órdenes de Quique Setién. El moncandense no tiene hoy cabida en el Submarino y, si el Levante hubiese conseguido hacerle sitio al jugador en su Fair Play, no hubiese sido un problema lograr una carta de libertad que le hiciese recalar de nuevo en el Levante sin necesidad de pago de un traspaso.
Con la marcha de Pepelu al Valencia, la imposibilidad de reincorporar a Iborra en este momento y el fin de contrato de Róber Pier y Postigo, Javi Calleja se ha quedado con un solar de capitanes. Nadie lleva el brazalete en el actual Levante y lo peor está por llegar: otros pilares del anterior proyecto pueden salir en las próximas semanas porque así lo desean ellos y así se lo ha transmitido el club por ser piezas que podrían dejar montantes interesantes en las hambrientas arcas granotas. El caso subrayado en este sentido es el de Dani Cárdenas, que bien podría ser uno de los portadores de la capitanía sin los cuatro en plantilla.
Está por ver si el club puede ofrecerle a Róber Pier la continuidad en el equipo. Ya absolutamente libre, con el gallego existe un problema similar al de Iborra. Y, según informó también Miñambres, se podría estudiar la ampliación de Postigo, que es otro de los que ya es agente libre. El estudio de la situación por parte del Levante, que de momento ha frenado la rampa de entrada, no puede demorarse demasiado porque la espera de estos futbolistas no será eterna si encuentran opciones de calado en la categoría de plata.
Sea como sea, sin Iborra, Postigo, Pepelu y Pier, se iluminan dos posibles nombres para lucir brazalete: Vezo y Campaña. Son de los más antiguos, pero precisamente dos de los nombres con las puertas más abiertas. El primero, porque tiene mercado en Portugal y su venta tambén puede ayudar con un pellizco; el segundo, porque ya ni siquiera tiene contrato. Campaña seguirá recuperándose de su lesión de cruzado bajo los techos de Buñol, pero sin ser inscrito porque a efectos contractuales no es jugador granota. De momento.