VALÈNCIA. En la constante situación de 'guerracivilismo' en la que está sumido el Valencia CF, donde cualquier situación, por trivial que sea, se magnifica, la última bala afecta al recibimiento al autobús del equipo en la avenida de Suecia durante la previa de los dos últimos partidos.
La inflamación social contra Peter Lim, el ruido y la confusión del entorno, unidos a la torpeza del club a la hora de transmitir -y restringir- su versión de los hechos, provoca que la entrada del autobús por la calle Juan Reglá, en lugar de hacerlo siguiendo su itinerario natural por la avenida de Suecia, se interprete según en qué lugar de la trinchera esté tendido cada interlocutor.
Coincidiendo con las dos últimas manifestaciones ante Athletic Club y Real Sociedad, el dispositivo de seguridad que monta cada partido la Policía Nacional ha desviado tanto el autocar del Valencia CF como el de sus rivales y los ha hecho entrar al estadio por la calle Juan Reglá, ante el desconcierto y el descontento generalizado de los seguidores, que esperaban al vehículo con los jugadores para darles una calurosa bienvenida, camino de marcar el primer gol del partido.
Fuentes de la Delegación de Gobierno en la Comunidad Valenciana consultadas por Plaza Deportiva comentan que, aunque Policía Nacional forma parte de su estructura, "acata el informe técnico y de seguridad" que los agentes emiten antes de poner en marcha cualquier dispositivo previo a una manifestación o protesta en las calles. "La policía depende de Delegación de Gobierno, pero respetamos sus decisiones", cuentan desde este organismo.
Jesús García, jefe de prensa de Policía Nacional y coordinador de seguridad para el Valencia CF y Mestalla, confirma que Delegación de Gobierno "atiende" a sus indicaciones para el dispositivo de seguridad que afecta a los partidos que el equipo disputa como local "igual que un magistrado que se enfrenta a un caso tiene que confiar en el criterio, por ejemplo, de profesionales de la medicina o de cualquier otro sector".
El inspector García apunta que el Valencia se puso en contacto la semana pasada con el cuerpo de policía para pedir que el autobús del equipo "entrará por la avenida de Suecia con el objetivo de darle un empujón anímico al equipo que, además, estrenaba entrenador". El club buscaba generar un ambiente positivo en favor del equipo, pero la respuesta fue negativa porque "no se daban las condiciones de seguridad idóneas para permitirlo".
Hay dos motivos que prioriza la policía para cada dispositivo de seguridad en las calles, indica García. "Primero, que las personas hagan valer y ejerzan sus derechos en libertad, y segundo, que lo hagan con seguridad. Es decir que, en este caso, el que quiera manifestarse que lo haga, el que quiera entrar en el estadio que lo haga, el turista que esté curioseando que lo haga también, pero sin problemas, en ningún caso".
La razón por la que la Policía corrigió la trayectoria del bus se debe a que "no existían las condiciones de seguridad necesarias" porque "había otras concentraciones que no tenían permiso y que coincidían con la de Libertad VCF, provocando que no se diesen las suficientes condiciones de seguridad como para que los dos autobuses pudieran entrar por la zona". Además, una de ellas -se refiere a la convocada por Yomus- se había convocado horas antes que la de Libertad y afectaba al tramo horario de llegada de los dos vehículos al estadio. Todo esto impulsó a la policía a decidir que los autocares "entrasen por Juan Reglá".
García admite que tiene "comunicación con el club" pero que el Valencia "acata las decisiones de la policía". Y niega, rotundamente, que el club pueda imponer su criterio al de la policía. "El club quería que entrase por Suecia, pero se vio afectado por nuestra decisión porque no se daban las condiciones de seguridad idóneas".
¿Qué hubiera sucedido si solo hubiese estado convocada la protesta de Libertad VCF a las 20 horas? "En ese caso, el autobús hubiese entrado por la avenida de Suecia, una media hora, aproximadamente, antes de la convocatoria, sin problemas", indica García.
Y explica que están "intentando trabajar" para que antes del partido ante Osasuna, "donde Libertad VCF ya ha pedido permiso para una nueva protesta" el autocar "pueda entrar por donde siempre". García puntualiza que cuando el bus vuelva a entrar por su itinerario habitual "la gente recibirá al equipo desde la acera porque no puede hacerse desde la calzada para prevenir que suceda algún accidente".
La lectura de Libertad VCF en este asunto apunta a que es una nueva estrategia de Meriton Holdings LTD para dividir a la afición entre "buenos y malos valencianistas". Según entiende José Pérez, presidente de Libertad VCF, "claramente, Meriton está intentando seguir la campaña de diferenciar, de partir a la afición entre buenos y malos valencianistas. Y el autobús es una ocasión de oro que han visto para desactivar las manifestaciones".
"Están culpabilizando a la manifestación de que no pueda pasar el autobús. La derivada es sencilla, ¿qué prefieres?, ¿recibir a los futbolistas o manifestarte contra Lim? Tienes que elegir. Las dos cosas no se pueden hacer, según dan a entender. Es lo que están buscando. Y es mentira. Nosotros pedimos permiso para recibir al equipo a las ocho, cuando el bus ya ha llegado al estadio. Lo hicimos perfecto. La razón, según la policía, es que hay grupos ultras que habían convocado otra manifestado en la avenida de Suecia y por cuestiones de seguridad se desvió el autocar, pero la estrategia de Meriton está clara", agrega Pérez.
El sábado pasado minutos antes de la llegada del autocar a Mestalla, el club adelantó, en un wasap enviado solo a varios medios de comunicación, que el equipo accedería al estadio "por la Calle Juan Reglá en una decisión que en última instancia ha tomado la Policía. El Valencia CF ha insistido hasta el último momento para que los autobuses, en especial el del Valencia CF, llegara por la avenida de Suecia, pero por motivos de seguridad, la Policía ha considerado que para evitar riesgos y, ante las manifestaciones convocadas, los buses entraran por Juan Reglá", indicó el club en una comunicación que solo envió a determinados medios de comunicación y que restringió al resto.