la visión de los expertos

"El empate final es como una merecida victoria para este nuevo Valencia"

Vicent Molins, Desmemoriats Vicente Bau y José María Peris analizan el empate en Mestalla contra el Fútbol Club Barcelona

6/12/2015 - 

VALENCIA. El Valencia rescató un punto en Mestalla contra el FC Barcelona y se queda con veinte puntos en la clasificación liguera.

Los colaboradores de Plaza Deportiva muestran su visión de lo sucedido en el encuentro frente al Fútbol Club Barcelona:

DESMEMORIATS

Creo que el Barça subestimó al Valencia. Cuando pudo hacer un traje se dedicó a la contemplación, a no abusar del enfermo. Fue andando hasta el 40 y le valió para ir 0-1 en Mestalla. Es así de generoso el fútbol, con esfuerzo, trabajo y garra puede bastar para empatarle al mejor equipo del mundo. A poco que Gary sepa inculcar un par de conceptos, aplicar orden, y establecer media idea, esto puede mejorar. Tiene el viento a favor, incluso el as de tener jugadores extraviados para la causa otra vez en el redil. Por tener tendrá hasta un estadio entregado que abandonó la pose canalla. Ahora falta que tenga los conocimientos suficientes que exige el cargo. El partido, bueh.

El Valencia fue un equipo timorato, sin ideas, que se aplicó al empuje racial. Con el marcador en contra se fue soltando al tiempo que el rival iba madurando la idea de que con poco se llevaría otro marcador abultado. La virtud de los de Voro fue no permitirlo y acabar por sacar el orgullo ante unos culés que dieron la sensación, por momentos, de estar más pendientes de chulear al rival que de cerrar el partido. Se lo tienen merecido. Empate de oro y brillantes.

VICENT MOLINS

Una prueba esporádica de que este equipo ni era un grupo flácido ni había perdido su competitividad repentinamente. Básicamente estaba desquiciado y conducido por un técnico poco apropiado. Tiene mérito resistir al Barça, y más con una defensa bien justita. ¿Significa que el Valencia ya ha vuelto a ser? Nada de eso, pero sí significa que con un poco de orden, con grandes dosis de normalidad y con un entrenador preparado al mando, capaz de motivar a su vestuario, no será demasiado complicado volver a la dignidad.

VICENTE BAU

¡EMPATAZO!

Fantástico. Nunca un empate en casa puso una sonrisa tan grande en la cara de tu gente. Pero ayer sucedió. Ayer Mestalla se vistió de corto y jugó a muerte con los suyos. Y los 'suyos', el Valencia, se enfrentó posiblemente al mejor equipo del mundo en estos momentos... pero no defraudó. El empate final es como una merecida victoria para este nuevo Valencia nacido tras el despido de Nuno. El equipo jugó a equipo, dando muetras de que van todos juntos en una única dirección. Y sí, el Barça dominó el encuentro pero nunca cómodamente. Y llegó el empate casi al final en una contra que muchos de los que asistieron al partido en Mestalla será difícil que olviden. La ovación final fue antológica. Y merecida, muy merecida. En esa ovación final 'viajó' el mayor patrimonio de este equipo y regresó esa afición que jamás ha dejado solo al equipo. Partidazo. ¡Empatazo! (nueva era).

JOSÉ MARÍA PERIS

Eso es lo que queríamos. Competir en todos los partidos. Vale que contra los grandes es más fácil. Pero con Espírito en el Calderón no nos cayó un saco por Jaume y porque no tocaba. Y la dinámica no era alentadora. Yo, que soy contrario a la mayoría de los cambios de entrenador, en este caso la respuesta no es más que positiva. Solo por el hecho de ver el cambio de algunos jugadores, ya merece la pena. Esa ola de corporativismo que hace que Vezo consiga parar a Neymar, que Danilo se agigante en el centro del campo y que Mina sea el artífice de un punto que vale un porrón de kilates, y un pegamento que une nuevamente a la afición y al equipo.

Las opciones de Neville pasan por seguir explotando a Gayà como ha vuelto a aparecer hoy y recuperar a los jugadores que estaban defenestrados por Nuno, como De Paul, Danilo y Mina para mejorar el fondo de armario. Y tener claro que el equipo lucha y es efectivo cuando corre más que el contrario, cuando junta las líneas y cuando de verdad demuestran el compromiso por el club que les paga.

Un partido jugado y vivido con el corazón, donde esta vez la moneda fue cara. Pero un empate ante un equipo que hace bien poco le metió cuatro a otro trasatlántico llamado Real Madrid. 
Y con esto, hasta al más pesimista se le dibuja una sonrisa ante el futuro. ¿No?