Alesanco debe ir a por un entrenador de categoría. Y un técnico que sabe que va a tener que exprimir al máximo a una plantilla, quizás debilitada con las ventas que se produzcan y que tendrá que conseguir objetivos
VALENCIA. Lo escribía el otro día. La primera y crucial decisión que deben tomar los dirigentes del Valencia, en cuanto la permanencia esté garantizada, ya que se ha visto que no hay otro objetivo más ambicioso que ese y no hay un objetivo claro por lo que pelear, es la elección de un entrenador que sepa ganar partidos. Considero que hay tiempo. Hay que acertar y elegir al adecuado. Pero creo que deberían estar planteándose el buscar entrenador. Qué clase de técnico, con qué meta y propósito, con qué recursos y con qué finalidad.
Es el fichaje más importante de todos. Es la pieza más valiosa del puzzle. Una vez claro quien dirija al Valencia, debe venir todo lo demás, tanto entradas como salidas. E ir peinando el mercado en busca de jugadores competitivos. Claro que es mejor la estabilidad y que haya pocos cambios en la parcela principal. Pero igual de peligroso es equivocarse en la elección de no actuar y quedarse con lo que hay. Es obligatorio construir la estabilidad sobre una base interesante y no sobre el primero que pasa por la puerta o se enrolla con el entorno. Alesanco debe ir a por un entrenador de categoría. Y un técnico que sabe que va a tener que exprimir al máximo a una plantilla, quizás debilitada con las ventas que se produzcan y que tendrá que conseguir objetivos. Y con la oportunidad de crecer desde una exigencia y obligación máxima. Siempre digo que un muy buen entrenador siempre hará mejores a todos los jugadores y los revaloriza. Hay ejemplos de ello.
Incluso contando con que pueda ser Voro, el perfil de lo que se quiere y se necesita será sin lugar a dudas fundamental a la hora de fraccionar más la demanda. La figura del seleccionado debe ser por encima de todo deportiva.
Porque al actual Valencia se no se le ve nada, nada bueno. Arriba, con Zaza, aunque era necesario ese perfil de 9, tampoco la delantera arrolla a nadie, aunque aquí culpo más a la planificación del verano que a los defectos del banquillo. Pero esto se está haciendo muy largo. Porque salvo alguna excepción contada, una o dos, no hay ningún futbolista de este Valencia de ahora que se haya ganado u obtenido durante estas dos últimas temporadas tan malas ese cartel de jugador intransferible, de ídolo como los de antaño, de liderazo y por ende, estamos ante un horizonte ideal para intentar cambiar el rostro de la plantilla. Casi ninguno ha demostrado nada para convertirse en indispensable dentro de la plantilla. Por eso, se necesita una profunda remodelación de la misma y una regeneración del vestuario. Prefiero no tener futbolistas que es más que evidente que ya no tienen hambre de estar en Mestalla, sino más bien todo lo contrario.
Ya no hay Albeldas ni Barajas. Bien mirado, y reconociendo lo que le definían como futbolistas: coraje, compromiso, honradez, entrega, compañerismo, líder... Ahora se han visto envueltos en esa atmósfera en que se ha instalado en el vestuario del Valencia de no competir por algo más. No me gusta ni a nadie tampoco, ese conformismo en el que se ha instalado el Valencia. Por eso, es normal que los aficionados estén deprimidos, más que decepcionados y muy enfadados esta temporada. No quieren que su equipo siga por estos mismos derroteros. En el Valencia hay que deshacer todo lo que se ha hecho mal.
Por activa y por pasiva hemos dicho en los últimos meses de que es hora de que Peter Lim tome decisiones en el Valencia y abandone su estado de ausencia. El Levante UD estaba en quiebra y ahora tiene un futuro muy prometedor. Me pregunto si el Valencia tiene que volver a empezar de nuevo. Comenzar desde los cimientos. Cada día tengo más claro que solamente quedan dos opciones: o el dueño del Valencia se toma en serio el Valencia y no como una empresa más, y se alza para poner soluciones, ya que parece que no hay intención de que venda el club a otro propietario, porque creo que el empezar de nuevo del Valencia se me antoja más difícil que el que ha logrado el Levante. Lo que a la mayoría de aficionados les gustaría es que Peter Lim ahora pusiera más dinero y la opción de volver a ampliar capital para poder corregir sus propios errores.
Y más sabiendo que la próxima temporada es un año en el que tienes que debilitarte otra vez, porque hay que traspasar a alguno bueno que te queda quedar, para intentar llegar a ingresar muchos millones de euros, y si te los compran, ya veremos a que precios te los compran para poder nivelar el presupuesto del año que viene sin jugar en Europa otro año más.
Primero a mí se me antoja muy difícil coger esos dicen 80 millones que hacen falta, por los jugadores que hay en la plantilla. Se me hace complicado, ya que si tienes un mal ejercicio futbolístico como ahora, los jugadores se devalúan y los clubes no son "tontos" y o van a ir a por jugadores devaluados. Y, después la dirección deportiva que se vea capacitada, dentro de unas posibilidades económicas muy escasas, el poder llegar a futbolistas a precios mucho más bajos y hacer un equipo competitivo como se demanda desde el aficionado. Saber que te sirve de la casa como ha acontecido y muy bien con Carlos Soler, y llegar a jugadores que sean competitivos y a precios muy competitivos para hacer un equipo que luche y compita bien, y poco a poco ir creciendo el club y con esa oportunidad de iniciar un proyecto ambicioso desde la humildad. Porque la otra alternativa, tal y como vendió en su día el dueño del club, es invertir, pero invertir mucho mejor y sacar rendimiento a esa inversión y poder hacer un equipo competitivo y que pelee como no hace mucho, que es por entrar en Champions y esté a la altura del Valencia. Pero esa exigencia máxima ya sabemos que la semana pasada se rebajó y ya no se habla de Champions, sino de objetivos menores.
Pero considero que volver a disputar una competición europea para el Valencia debe de ser un reto y no una obligación para evitar desilusiones futuras. Porque es evidente que todo proyecto o nueva aspiración siempre requiere ese juez que es el tiempo, hace falta más paciencia y determinación, que sin duda nada tiene que ver con la resignación y la nula aspiración en la que se ha asentado la entidad y su actual plantel.
Porque el problema del Valencia sigue siendo futbolístico. Un equipo plano, sin espíritu y con poca ambición, hambre y personalidad como se vio en el vulgar partido ante el Sporting de Gijón. A veces, da la sensación de ser un equipo cartón-piedra. Tiene cierta calidad en algunos de sus jugadores, pero les falta alma.
Por eso el problema de Valencia al margen de Lim, es de fútbol, porque da la sensación de que el entrenador lo ha intentado todo, y el resultado es el mismo. ¿Consecuencias?. Los resultados no llegan ni son los esperados. El equipo es débil, carece de fútbol, adolece de jerarquía y liderazgo, y el castillo de naipes se viene abajo. Ha perdido su identidad. Por eso, se tiene que volver a una base para competir. Y el entrenador es el fichaje más importante de todos los que se hagan. No lo duden. Hay que acertar. Y que lo ponga el profesional y luego le exija. De estas dos malísimas temporadas hay que aprender. Y asimilar los errores y no volver a tropezar en la misma piedra después de los antecedentes que hubo.
Y para efectuar esta imprescindible limpia sólo se requiere, preparación y audacia. Sin ella la suerte puede volver a ser adversa. De la capacidad de elegir un muy buen entrenador y fichar buenos futbolistas, van a depender muchas cosas. Aprendan de los errores.