VALÈNCIA. Las bandas serán trascendentales en las semifinales que disputarán este martes España y Francia en Múnich, con Kylian Mbappé enfrentado a Jesús Navas, sustituto del sancionado Dani Carvajal; Nico Williams frente a Jules Koundé y Lamine Yamal contra Theo Hernández, en los extremos ofensivos de la selección de Luis de la Fuente, sin olvidar la movilidad de Dani Olmo frente a la firmeza de Aurelien Tchouameni.
Expulsado Dani Carvajal contra Alemania (ya se iba a perder igualmente el choque de las semifinales por ciclo de dos tarjetas amarillas), es el turno de Jesús Navas, el único campeón en el pasado de la Eurocopa que sigue en competición en Alemania 2024, enfrentado al jugador más temible de todos, Kylian Mbappé, por su potencia, por su habilidad, por su velocidad y por su determinación, por más que no esté en su nivel más apreciable.
Es la amenaza de Francia. Por el flanco izquierdo, aunque hay veces que se libera y se mueve por el centro o por la derecha, como en el gol que provocó ante Austria. Sólo ha marcado de penalti. Ha rematado veinte veces. Y le incomoda su máscara. Del éxito de Navas en su marca, apoyado por las coberturas de sus compañeros, dependerá el sufrimiento o no de la selección española. Sus conexiones con Theo son vertiginosas. Una de las salidas más frecuentes de la selección de Didier Deschamps desde su terreno.
Dani Olmo se ha ganado un sitio ya en el once. Lesionado Pedri, su titularidad ante Francia es indudable. Goleador y asistente ante Alemania, es un recurso formidable para el equipo español, cuando se mueve con libertad, astucia, último pase y calidad. En sus 265 minutos ha anotados dos dianas y ha dado dos asistencias. Su conexión ofensiva es fundamental.
A su altura, como medio centro de Francia, se encontrará con un muro: Aurelien Tchouameni, que abarca un sinfín de territorio, con una potencia descomunal, pero que también saber jugar al fútbol y que, además, llega arriba. Ha hecho doce remates en esta Eurocopa. Una ejemplo también de su proyección ofensiva, que requerirá vigilancia. Ya se han enfrentado en tres ocasiones en los últimos dos años con sus clubes.
Mientras surge su enésima declaración que alimenta la duda de su futuro con la selección y el Atlético de Madrid, Álvaro Morata encara el reto de las semifinales de la Eurocopa 2024 con la magnitud de un portero como Mike Maignan, el sostén de Francia en el torneo, con catorce paradas y tan solo un gol en contra, entre las intervenciones decisivas que ha necesitado su equipo en cada uno de los cinco encuentros.
Es el guardameta del torneo. Y Morata debe ser el goleador de España, aunque, por el momento, sólo haya marcado un gol en once remates, cuatro de ellos entre los tres palos, en su indiscutible titularidad con la selección, por todo lo que le aporta en cuanto a presión, sacrificio, juego de espaldas, salidas y desmarques. En actividad constante, vive de los goles. Y España los necesita. En sus duelos contra él, en Italia, le marcó un gol.
Otro duelo crucial para el partido. Desde que le tocó en suerte España, las preguntas en la sala de prensa de Francia sobre su rival se centran en Nico Williams y Lamine Yamal. El extremo del Athletic Club, portentoso contra Italia, clave en todos los encuentros, con 23 regates en esta Eurocopa, es puro desborde y encara también a uno de los mejores defensas hasta ahora del campeonato, el francés Jules Koundé, que juega en el Barcelona.
Ya se han medido en cinco ocasiones, con Nico en el Athletic y Koundé en el Sevilla o el conjunto azulgrana. En el último, el pasado 23 de enero, el extremo español marcó un gol y dio otro en la Copa del Rey en el nuevo San Mamés. Pero las circunstancias y el contexto hoy es distinto, por el momento en que está Koundé y por la firmeza que transmite Francia cuando debe aguardar a su adversario. Además, está advertido por el presente de Nico.
Por el otro lado, Yamal encara a Theo Hernández. A toda velocidad. El español ha corrido a 31,6 kilómetros por hora en este torneo. El francés lo ha hecho a 35,7. Es un portento físico el lateral del Milan, que se desenvuelve tan imponente hacia arriba, cuando se despliega con un atrevimiento incontenible, como sufre cuando alguien lo pone a prueba hacia atrás, sobre todo cuando deja demasiado libre su espalda. Ahí es donde debe incidir Yamal.
Es un desafío para el joven prodigio de la selección española. Un examen duro, que lo exigirá en términos de rapidez de ejecución, regate y carácter, aún más en el contexto de unas semifinales de la Eurocopa, pero también precauciones defensivas, cuando su rival sale con el balón hacia adelante y conecta con Mbappé. En un amistoso en 2023, se enfrentaron durante 13 minutos. La banda derecha de España, la zurda de Francia, puede ser decisiva.