El futbolista castellonense, Pablo Hernández, lidera un grupo inversor que pretende adquirir el control accionarial del C.D. Castellón ante la delicada situación económica y social que atraviesa
VALENCIA. El futbolista castellonense, Pablo Hernández, lidera un grupo inversor que pretende adquirir el control accionarial del C.D. Castellón ante la delicada situación económica y social que atraviesa.
Pablo Hernández, que milita en el Leeds United actualmente tras haber jugador anteriormente en el Valencia CF o el Swansea, entre otros clubes, llegaría de la mano de personas vinculadas al sector tecnológico y cerámico.
También forma parte de este grupo Jordi Bruixola, director general del Castellón durante la segunda parte de la pasada temporada y que dimitió por discrepancias con el presidente, David Cruz. Bruixola también fue director de comunicación del Valencia y del Zaragoza.
El propio Pablo Hernández ha confirmado sus intenciones a través de las redes sociales: "Queremos salvar al C. D. Castellón; esto no es una broma ni un juego, en el que estoy dispuesto a involucrarme sentimental y económicamente.
Pablo acusa a David Cruz de tomarse la oferta "como un juego", cuestión que le reprocha porque "hay una vida en juego, la de nuestro C. D. Castellón".
Tanto el grupo de Hernández, como otros que se han interesado en adquirir el club, cuentan con la duda de si pueden negociar con el actual máximo accionista, David Cruz, o también deben hacerlo con los anteriores propietarios, Castellnou 2005 S.L.
Esta sociedad pertenece al representante de futbolistas, José Manuel García Osuna y del ex presidente del Levante, Antonio Blasco, quienes están pendientes de que se celebre una vista judicial después de solicitar la devolución de las acciones por no haber cumplidos sus compromisos contractuales el actual gestor.
El Castellón, que milita en el grupo VI de 3ª división, donde ocupa la segunda posición, arrastra innumerables problemas económicos con impagos a jugadores y cuerpo técnico. Su deuda supera los 5 millones de euros y este miércoles celebra una Junta General de Accionistas en la que se aprobará unas pérdidas del ejercicio 2015/2016 de más de 375.000 euros.
También tiene previsto aprobar una ampliación de capital de 900.000 euros para afrontar los pagos más inmediatos, aunque podría ser anulada por el proceso judicial que mantienen Blasco y Osuna con Cruz. El Castellón,según los auditores, "está en causa de disolución".