VALÈNCIA. No es cosecha de un día, dos o tres... el factor de la cantera es innato. Lo lógico es que suele florecer en los momentos críticos porque o eres muy bueno o las oportunidades en el primer equipo siempre están asignadas a uno pocos. En estos periodos de convulsiones, dudas o compromiso siempre aparece el espíritu de la gente que viene desde abajo.
Y sinceramente, cuando ves un equipo atenazado, bloqueado y sin recursos... cualquier canterano que está ajeno a esa dinámica parece mucho mejor. Por ello, este es el contexto perfecto para que los 'nanos' tengan esos minutos que otros no quieren. Los van a aprovechar por dos motivos: vestir la camiseta del Valencia no se hace todos los días y es un escaparate para el club y el resto de competidores.
Seguro que los clubes de Primera han visto como el Valencia CF ha cogido oxígeno en los tramos finales de los dos últimos partidos sacando chavales del filial. Lo digo porque hemos llenado páginas por el bajón del Valencia CF en las segundas partes. Remontar un partido es algo muy serio en este equipo. Lamentablemente porque no se había hecho en toda la temporada.
Un Valencia CF inoperante y solo espoleado por la actitud de Hugo Duro vio la 'luz' en los minutos finales. ¿Cómo lo hizo? Diego López entró con un descaro muy interesante. No era fácil entrar a un partido de máxima tensión cuando la apuesta del club es tu 'competidor' Fran Pérez. Y luego ya está Javi Guerra. El canterano se pasó el juego en 'Very Hard'.