VALÈNCIA. El Girondins de Burdeos, un histórico del club francés amenazado de descenso administrativo a tercera división por su situación financiera, logró este lunes un paso importante en su último recurso, en el demostró un recorte de su deuda.
El Comité Nacional Olímpico y Deportivo (CNOSF) emitió hoy un dictamen favorable a que el club siga en Ligue 2, a la que descendió la temporada pasada por motivos estrictamente deportivos.
El dictamen es únicamente consultivo y a partir de ahora el Comité Ejecutivo de la Federación Francesa de Fútbol (FFF) tendrá que pronunciarse sobre el fondo de la cuestión.
Ese comité valida en la gran mayoría de ocasiones los dictámenes del CNOSF, recuerda la prensa deportiva francesa.
El club había presentado el pasado jueves al CNOSF un nuevo proyecto de recuperación de la finanzas del club, por el que los anteriores propietarios, dos fondos de inversión estadounidenses, renunciaban al 75 % de la deuda que la entidad tenía con ellos (de 53 millones de euros pasará a 13,5 millones).
Además, el propietario del club, el empresario hispano-luxemburgués Gérard López, aumentó el capital social en 10 millones de euros, y se colocó una caución de otros 14 millones como garantía en caso de que los previstos traspasos de jugadores no se materialicen.
Finalmente, ayer se anunció el acuerdo para el traspaso del internacional Sub-21 francés Sekou Mara al Southampton inglés por 13 millones de euros, lo que supone por sí solo casi el total de esos 14 millones previstos en ventas de jugadores.
El pasado día 5, la Comisión de Apelaciones de la Dirección Nacional de Control y Gestión (DNCG) de la FFF validó una decisión previa de descenso administrativo del Girondins debido a su situación financiera, lo que ponía al club al borde de la desaprición.
Fundado en 1945, el Girondins ha ganado seis Ligas, cuatro Copas de Francia y tres Copas de la Liga, y fue finalista de la Copa de la UEFA de 1996. Por sus filas han pasado figuras como Zinedine Zidane o Jean Tigana.
El club arrastra problemas económicos desde hace años y en 2021, cuando ya atravesaba una situación crítica, fue comprado in extremis por Gérard López, que había sido propietario del Lille desde 2015 hasta diciembre de 2020.