VALÈNCIA. Tras cerrar de manera impecable una temporada que se había complicado en su inicio, el Valencia CF va dando pasos encaminados a afianzar objetivos y que estos no se vean en peligro como así sucedió en los primeros meses de la última campaña. Con Mateu Alemany al frente de las operaciones se ha ejecutado el truque entre Neto y Cillessen que, responde –obviamente- más a la pura necesidad de cerrar una operación de venta importante antes del 30 de Junio que a la pura necesidad deportiva del equipo.
Es cierto que cuando un futbolista bueno abandona la disciplina valencianista, el club, desde mi punto de vista de manera incomprensible, acostumbra a esparcir un buen caudal de filtraciones y , a veces bulos o… fake news como les llaman ahora, encaminados a que el jugador saliente acabe cargando con el peso de la culpa y termine pareciendo una suerte de traidorzuelo a ojos del aficionado. Pero: bulos y fake news al margen -Neto ha superado con éxito el reconocimiento médico con el FC Barcelona-, tengo muy claro que se va de Mestalla el mejor portero que ha vestido la camiseta valencianista desde la marcha de Santi Cañizares y, como también tengo claro que la operación se aborda por la necesidad de cuadrar números y también creo que, en ningún caso, el Valencia habría acometido la compra de un guardameta de 35 millones de euros -segundo fichaje más caro de la historia de la entidad-, entiendo que hay que entenderla así: desde el punto de vista del maquillaje contable y desear que Jasper Cillessen sea capaz de rebasar el listón que tan alto le ha dejado Neto y que ofrezca lo que todos esperamos de él y lo que cualquier equipo necesita bajo palos: un portero que , al terminar una temporada pueda contar con un número importante de puntos sumados con sus actuaciones para el equipo. Vamos… lo que ha hecho Neto en el Valencia a un coste mucho más bajo.
Con el capítulo portería cerrado y las cuentas cuadradas, Alemany sigue moviéndose en el mercado con la intención de que la plantilla que arrancará en breve la pretemporada se parezca lo más posible a lo que Marcelino le ha pedido. Y… seguro que se termina pareciendo bastante aunque no acabe siendo exactamente lo que el asturiano quisiera porque uno de sus ojitos derechos sigue siendo Denis Suárez y, a día de hoy, el gallego se encuentra bastante más cerca del Celta que del Valencia. Tan es así que el Valencia ha agilizado de manera evidente en la contratación de Rafinha y prácticamente ha culminado la de Cheryshev mientras que Denis Suárez se sienta con el Celta de Vigo para hablar de futuro. Las elevadas pretensiones del Barça en este caso casi cierran las puertas del Valencia al futbolista gallego que, o mucho cambian las cosas, o tendrá que vivir su idilio deportivo con Marcelino a distancia. El acuerdo con el Villarreal por Cheryshev está cerrado verbalmente entorno a los cinco millones y medio y, al margen de otras operaciones de menor calado, el Club sigue trabajando en su primordial objetivo para apuntalar la delantera que, a pesar de los nombres que puedan ir saliendo y saldrán, sigue siendo el uruguayo Maxi Gómez con el que ya tiene un acuerdo pactado. Pero… el gordo del sorteo de verano en forma de venta está por salir porque, aunque la operación de venta de Neto detiene las prisas, el Valencia sigue teniendo necesidad de hacer una venta importante con la que pagar todas las contrataciones que ha hecho, que está haciendo y que hará.