El Hércules CF llegó al cierre del mercado de verano sin las urgencias de pasadas temporadas y con los deberes hecho a cargo de su cuerpo técnico, liderado por el director deportivo Javier Portillo
VALÈNCIA. El Hércules CF llegó al cierre del mercado de verano sin las urgencias de pasadas temporadas y con los deberes hecho a cargo de su cuerpo técnico, liderado por el director deportivo Javier Portillo.
El club alicantino, tras el fracaso de la pasada temporada, en la que no logró entrar ni en la promoción de ascenso ni la Copa del Rey, tuvo tiempo de sobra para planificar y remodelar su plantilla, comenzando por el banquillo, al que llegó Lluís Planagumá.
Otras temporadas, el club, por diferentes motivos, no se movió rápido en el mercado y aguardó hasta el último momento para cerrar su plantilla, llegando sobre la hora jugadores que quedaron libres tras ser descartados por clubes de superior categoría y cuyo rendimiento dejó mucho que desear.
Con tres meses de tiempo, el Hércules fue reforzando su plantilla con "primeras opciones", según ha reiterado Portillo. El club fichó a un delantero contrastado como Carlos Martínez, asignatura pendiente en las últimas temporadas, y cubrió varias fichas sub 23 con jugadores con pasado en la entidad y experiencia, pese a su juventud, en la categoría.
En total, el Hércules ha realizado once fichajes, cubriendo todos los puestos en los que tenía un déficit o no existía una gran competencia.
El futbolista que coronó la plantilla, a finales de la pasada semana, fue el medio centro extremeño Fran Miranda, un jugador experto en promociones que ya había estado en la órbita del club en otras ocasiones, como Stephané Emaná o Diego Benito, también incorporados este año.
En los últimos días del mercado de fichajes, el Hércules no cerró la puerta a alguna incorporación, aunque afrontó este periodo final sin las urgencias ni la necesidad de otros años, en los que buscó sin éxito un golpe de efecto de última hora para generar ilusión en su afición.