VALÈNCIA. El defensa internacional colombiano Jeison Murillo, enrolado en el Barcelona en calidad de cedido por el Valencia, ya tiene garantizado el título de la Copa del Rey con independencia del resultado que se dé en la final que disputarán el sábado los dos equipos en los que ha militado esta temporada.
Murillo, de 26 años, fue cedido por el Valencia al Barcelona en el último mercado de fichajes de mitad de temporada después de que el jugador sudamericano apenas contase para el técnico valencianista, Marcelino García Toral.
El futbolista, si su entrenador, Ernesto Valverde, lo considera oportuno, podría disputar este encuentro, ya que no existe ninguna cláusula que lo impida en su cesión y ya estuvo en el banquillo del Barcelona en el encuentro de Liga que ambos equipos disputaron en febrero en el Camp Nou.
Integrado en la plantilla valencianista en el tramo inicial de la temporada, el jugador de Cali fue el central con el que menos contó Marcelino hasta el punto de disputar un partido en Liga y otro en la Copa, en la que fue titular en la ida de la primera eliminatoria ante el Ebro, disputado en Zaragoza.
Ante su ostracismo y la llegada de la oferta del Barcelona, Murillo optó por cambiar de equipo en enero, si bien en el club barcelonista tampoco ha disfrutado de los minutos que deseaba y en la Copa su aportación se ha visto limitada a los dos partidos íntegros de los octavos de final ante el Levante.
La situación de Murillo ha dado un giro radical este año, ya que después de ofrecer un brillante arranque en la pasada temporada, la primera en el Valencia, una lesión a partir de noviembre condicionó su rendimiento en su vuelta a los terrenos de juego hasta el punto de perderse el Mundial de 2018 en Rusia pues no fue convocado por su selección.
A pesar de que desde el club se confiaba en que el futbolista, que llegó al Valencia cedido por dos temporadas por el Inter de Milán pero con una opción de comprar obligatoria, recuperase el nivel exhibido en sus primeros pasos como jugador del equipo valencianista finalmente estas expectativas no se dieron.
Lejos de mejorar, además de los titulares Ezequiel Garay y Gabriel Paulista, el colombiano se vio superado en las preferencias de Marcelino por el joven y recién llegado Mouctar Diakhaby y el portugués Rubén Vezo, que también salió cedido poco después que Murillo al Levante.
Además, tras su marcha el argentino Facundo Roncaglia llegó cedido por el Celta y ha disfrutado de más oportunidades de las que dispuso Murillo.
A pesar de estas vicisitudes y de la falta de protagonismo tanto con la camiseta del Valencia como con la del Barcelona, Murillo es el único futbolista que tiene asegurado en su palmarés la Copa del Rey 2019 incluso antes de que la pelota comience a rodar el próximo 25 de mayo en el estadio Benito Villamarín.