VALÈNCIA. El Levante está a punto de alcanzar el primer cuarto de LaLiga Hypermotion en su peor momento, tras haber sufrido tres derrotas en las últimas cinco jornadas que han frenado su brillante inicio.
El equipo que dirige Julián Calero sólo ha sumado un punto en los tres últimos partidos. Empató primero en casa ante el Real Oviedo (0-0) y luego encadenó sendas derrotas ante el Racing de Santander (1-0) y Castellón (2-0), ambas a domicilio.
Estos tropiezos han colocado al Levante en la novena posición de la tabla, a ocho puntos del líder, pero a solo un punto de la zona de promoción de ascenso a Primera.
Sin haber anotado en las tres últimas semanas, pese a que el Levante es el séptimo equipo más goleador de Segunda División, la última victoria del Levante se remonta al pasado 29 de septiembre, ante el Almería en casa, justo una semana después de perder en Zaragoza en la primera derrota del curso.
Porque el Levante empezó la temporada como un tiro y no perdió hasta la sexta jornada. En los primeros cinco partidos logró tres victorias y dos empates que le colocaron colíder de LaLiga Hypermotion.
Espoleado por el acierto en ataque de Carlos Álvarez, Morales y Brugué, con tres goles ahora cada uno, el equipo de Calero se convirtió en una de las mejores noticias de la categoría en su inicio, pese a que no lograba cerrar su portería.
El cambio de tendencia que empezó en Zaragoza en la primera derrota del curso se ha acusado en las últimas dos semanas por las numerosas bajas que sufre Calero.
El entrenador del Levante tiene las bajas por lesión de Pampín, Cabello, Iborra, Brugué y Algobia y tampoco podrá contar con Rey, sancionado, para recibir este jueves ante el Deportivo de la Coruña.