VALÈNCIA. El Levante ha traspasado a Aitor Fernández a Osasuna en una operación inmediatamente a coste cero pero que podrá dejar, a futuro, una inyección en las arcas del Ciutat de València. El club de Orriols se quedará un 20% de los derechos económicos del meta guipuzcoano, tal y como ha hecho público la propia entidad navarra. De esta manera, si Osasuna acomete en próximas temporadas la venta del portero de 31 años, casi un cuarto del montante que entre en Pamplona irá a parar a la caja fuerte blaugrana.
Además, según ha podido saber PlazaDeportiva.com, hay una serie de variables por objetivos que habrán de ser abonadas durante los tres próximos cursos, los mismos que el de Mondragón firma en su nueva casa -hasta 2025-. Esas variables son por permanencia de Osasuna y por un número concreto de partidos jugados por parte del ya exlevantinista, que tendrá que pelear la titularidad con Sergio Herrera. Son bonus, eso sí, que no encerecen la operación, económicos para el conjunto rojillo. Además, la cláusula de rescisión de Aitor será de 14 millones de euros.
La marcha del portero se hace oficial después de que consumara su renovación, aparcada durante dos temporadas, el pasado mes de enero. Fue la primera operación con Felipe Miñambres ya instalado en los despachos de Orriols. Eso sí, aquella ampliación de una temporada (tenía estipulado hasta 2023 y extendió su vinculación hasta 2024 con mejora salarial) no eximía de una posible venta, tal y como informó este diario en su momento. El descenso a Segunda acechaba entonces y el caché del meta había ido in crescendo, desde que en la temporada 19/20 se convirtiese en una de las sensaciones del campeonato nacional.
Tanto es así que en la última ventana de traspasos estival el Barça preguntó por él para tapar la posible salida de Neto, pero los catalanes se toparon con la resistencia de Quico Catalán, que interpuso unas condiciones económicas demasiado elevadas para lo que Mateu Alemany estaba dispuesto a proponer. La idea en Barcelona, de hecho, era la de incluir futbolistas para abaratar el fichaje, sin pagar traspaso, y entonces el Levante no quiso ni oír hablar de una fórmula que, hoy, ha terminado cristalizando.
Y es que lógicamente el descenso a Segunda División y las estrecheces en la economía levantinista -el club todavía ha de vender para alcanzar los 10,5 millones de euros a incluir en el ejercicio recién cerrado- han figurado como una de las claves para la asequible salida de Aitor rumbo a Pamplona. Otro de los grandes motivos, tal y como además confirma el futbolista en una carta de despedida, es la cercanía con su Mondragón natal -ahora le quedará a escasos 100 km- y su familia, después de que su padre falleciera en el inicio de la temporada 20/21.