EPVALÈNCIA. Los cambios van a estar a la orden del día para el Levante este próximo verano. La necesidad de vender y posteriormente de recambios hará que, esta pretemporada sí, la secretaría técnica tenga que lidiar con un mercado de encaje de piezas a diferencia de lo vivido hace un año, cuando la apuesta por la continuidad del proyecto reinó en Orriols. Y en esa vorágine de cambios también entra la portería. El arco es seguramente la parte del campo mejor cubierta en el Ciutat, pero el imperativo de venta aprieta y Aitor Fernández es un activo con mucho mercado.
Ya el verano pasado fue uno de esos 'tres mosqueteros' por los que el club granota podía haber ingresado una cantidad ingente en sus arcas, pero terminó quedándose en Valencia, también a la espera de una revisión prometida en su contrato. En 2020 tampoco salieron los Campaña o Bardhi, que figuraban como las piezas con más novias en la plantilla de Paco López, y ahí se empezó a mascar la situación que hoy tiene el Levante. Por Aitor Fernández, que fue uno de los porteros del pasado curso y que ha tenido menos repercusión nacional durante la recién concluida campaña, preguntan clubes. Se interesan por su situación. Pero, de momento, ninguno llega a poner sobre la mesa una cantidad que satisfaga los intereses del club. Porque el Levante necesita vender, pero lo que emana de la dirección deportiva es que jamás malvenderá. Al menos mientras el mercado le permita girar la cabeza hacia otras bazas que cuadren su Fair Play Financiero.
La Primera División está atenta a la situación del guipuzcoano, al que el club levantinista no descarta terminar dándole salida si llega una oferta importante. Con una cantidad interesante de por medio. Según publicó el diario Superdeporte, Marcelino le ha pedido al Athletic un esfuerzo bajo los palos. En San Mamés ya no está Iago Herrerín y la única cara titular es la del arquero de la Selección, Unai Simón. Sin embargo, lo que sigue saliendo de Bilbao es que el Athletic no está por la labor de rascarse demasiado el bolsillo por su portería, donde además estaría por ver el rol de un Aitor que también creció en Lezama. Es por eso que la opción vasca aún no gana enteros, pero otros clubes como el Celta están al acecho del de Mondragón y repiensan igualmente su planificación bajo los palos.
El que no cambiará de aires es Dani Cárdenas. Eso sí, el de Terrassa puede ver variar su condición en la portería de manera positiva si es que Aitor termina por salir. El Levante no descarta que Cárdenas, quien busca su merecida revisión de contrato, sea primera espada la temporadaa que viene. Tiene el cariño del club -es recíproco- y, además, el beneplácito del entrenador, que lo tuvo en el filial y ha sido uno de sus principales valedores en su primer curso en la élite. Tanto es así que cuando las cosas se pusieron feas al final de la temporada, el catalán fue parte del movimiento de fichas de Paco López: terminó jugando cinco de las últimas siete citas. Y, como siempre cuando le ha tocado, con un rendimiento notable.
Cárdenas tiene contrato hasta 2022 en el Ciutat de València, pero también tiene firmadas dos temporadas más que el club puede ampliar de manera unilateral. Y es la intención del Levante, pero en esa firma que se estampó en marzo de 2020 no se contempla un examen de sus emolumentos. El meta, que es ahora mismo el peor pagado de la plantilla, cree que merece la apuesta que él mismo también hizo por el club cuando Koke Vegas salió cedido al Mallorca y mantuvo su ficha de filial ante los problemas de Fair Play. Con 24 años y un rol de rotación importante en el equipo, no tuvo problemas en seguir luciendo el '34' a su espalda. Además, no solo son los 13 partidos que ha jugado, sino la calidad con la que los ha disputado. El rendimiento ha sido tan notable que también han tocado a su puerta clubes de Primera y Segunda División, y tan convincente que no se le descarta como primera espada en competencia con otro meta, si es que Aitor sale.
Y en la ecuación hay otro nombre que ha perdido todas sus papeletas para competir por el marco de Orriols. El propio Koke Vegas, que solo ha jugado un partido desde que recaló en Son Moix, ha de volver en principio a la disciplina levantinista en el inicio de la pretemporada a primeros de julio. Es una patata caliente para el Levante, que también habrá de buscarle salida por falta de huecos en plantilla. Su cesión en las islas ha salido rana y en el seno del Mallorca algunos se sorprenden con la operación que la entidad bermellona acometió a finales de la ventana de invierno. Ante una posible marcha de Parera, el suplente de Manolo Reina en el equipo de Luis García Plaza, el club incorporó a Koke para, a la postre, convertirlo en su tercer portero. El de Antequera acumuló suplencias e incluso salidas de la convocatoria en favor de Parera, que fue para más inri el elegido para rotar cuando el Mallorca selló su ascenso directo a Primera. Koke Vegas solo jugó el último encuentro de Liga frente a la Ponferradina.
