El Levante, de poder hacer historia a un final con mal sabor de boca

VALÈNCIA (EFE). El Levante despide el curso con el deber cumplido y con la permanencia en el bolsillo sin ni siquiera haber pasado apuros, pero con mal sabor de boca después de haberse dejado llevar desde la eliminación en semifinales de la Copa del Rey que apartaron al equipo del que hubiera sido un hito histórico para la entidad.

El  4 de marzo, en el Ciutat de València y tras el gol de Berenguer en la prórroga que clasificaba al Athletic Club, pareció acabarse la temporada. El Levante tenía entonces 32 puntos y ha puesto el punto y final al curso con 41, sólo nueve más sumados en casi tres meses de competición en la Liga.

Para llegar a las semifinales de la Copa el equipo liderado por Paco López tuvo que superar la primera gran crisis de la temporada. Un partido ganado en los primeros diez jugados puso al técnico valenciano contra las cuerdas, pero el triunfo ante el Getafe (3-0) ya en diciembre de 2020 catapultó al Levante.

El equipo, que había empezado la temporada con tres partidos a domicilio y otros dos en La Cerámica de Vila-real por las obras de remodelación del Ciutat de València, se sacudió la presión y logró triunfos de prestigio ante la Real Sociedad o Betis a finales de 2020 o frente al Real Madrid o Atlético de Madrid entre enero y febrero de 2021.

La irrupción del meta Dani Cárdenas, tanto en la Copa como en la Liga con actuaciones sensacionales, la evolución de Jorge de Frutos, sobre todo como asistente, y la facilidad anotadora de Roger y Morales, que entre ambos han sumado veinticinco goles al final de curso, eran la mejor cara de un Levante que selló virtualmente la permanencia ya en febrero.

Sin embargo, aquel gol de rebote ante el Athletic desmontó al Levante y el equipo acusó muy pronto el desgaste de una dura temporada marcada, como en el resto de los equipos, por la escasa pretemporada, las bajas por coronavirus y un calendario tan apretado que había llevado al límite mental y físicamente a los jugadores.

El equipo, además, se ha visto muy mermado por las lesiones. José Campaña jugó su último partido en noviembre de 2020, Bardhi o Melero estuvieron un par de meses en el dique seco, Postigo ha sufrido varias lesiones, Vukcevic ha estado fuera de combate casi todo el año 2021 y Radoja también se ha perdido muchos partidos.

De hecho, el propio Paco López ha admitido públicamente que tendrán que hacer un análisis interno de los motivos por los que la plantilla ha sufrido tantas lesiones y, sobre todo, por qué los jugadores han recaído varias veces de sus dolencias o no se han recuperado en los plazos previstos.

La mala racha de ocho encuentros sin ganar con la que el Levante cierra el curso no debería tapar que ha logrado el objetivo con una suficiencia que cualquiera en el club habría firmado en septiembre. Esa es la opinión del entrenador y la plantilla.

Finalizado el curso, la dirección deportiva que encabeza Manolo Salvador asume ahora el mando de las operaciones con un doble objetivo: vender futbolistas por un valor de 16,5 millones de euros, tal y como se comprometió el Levante ante sus accionistas, y regenerar en la medida de lo posible la plantilla.

Del Levante se marchan seguro Toño García, Rubén Rochina y Cheick Doukouré tras acabar sus respectivos contratos, aunque en el caso del primero su salida será oficial cuando el club valenciano ejecute una opción unilateral que tiene en su contrato que, en realidad, caduca en 2023.