VALÈNCIA. Alessio Lisci sigue preparando la cita del próximo sábado frente al Villarreal sin ocho de sus hombres. Tres por compromisos de selecciones y cinco por formar parte de la ocupada enfermería granota a lo largo de la temporada. Con las piezas repartidas por el mundo, en principio, no habrá problema para que regresen en condiciones de completar las dos últimas sesiones de la semana. Sin embargo, todas las atenciones están puestas en el sanatorio.
Con De Frutos no se puede contar, a todas luces, de cara al duelo del sábado y, probablemente, para lo que resta de temporada. El segoviano llegará a junio con la recuperación de su pie derecho a cuestas tras ser operado el pasado viernes. Mientras, en la delantera se abren los casos de Soldado y Dani Gómez. El valenciano se retiró de la sesión del mismo viernes en que De Frutos fue intervenido y, con una microrrotura de fibras en los isquios de su muslo izquierdo, es complicado que cuente para la próxima jornada, salvo acelerón inesperado.
Por su parte, Dani Gómez alberga alguna opción más. Su rotura muscular en el aductor del muslo derecho le ha hecho parar durante la última semana y media, y fue sustituido nada más salir en Pamplona por unos problemas que, según comentó Alessio, arrastró durante las sesiones previas. Tendría que forzar para estar disponible frente al Villarreal y no dejar a Roger, Morales y Cantero como únicas opciones en punta. De hecho, el madrileño ha convencido al técnico italiano para ser revulsivo habitual en sus planteamientos.
El foco principal de los problemas de enfermería está en la delantera. En defensa, aunque el cuerpo técnico sigue pendiente de la evolución de las rodillas de Clerc y Duarte, existen más opciones. El lateral catalán, con su lesión mediante, ha perdido protagonismo en detrimento del buen hacer de Son a banda cambiada y la nueva irrupción de Pubill en el flanco diestro. La sesión de hoy en el Ciutat arrojará más luz a las opciones granotas para el derbi.