VALÈNCIA. El Levante cumple este miércoles un mes desde que jugó su último partido en LaLiga y tras el empate sumado ante el Granada (1-1) en el estadio Ciutat de València tenía la permanencia en la categoría a su alcance, ya que disponía de una ventaja de ocho puntos respecto a la zona de descenso.
Un gol de Roger Martí, a los once minutos de juego, permitió al Levante sumar un punto en un partido en el que fue claramente de más a menos y en el que los dos equipos pudieron ganar tras disponer en el tramo final de claras ocasiones de gol.
Ese punto sumado el pasado 8 de marzo dejaba al Levante con 33 puntos en la décimo tercera posición de la clasificación de Primera, mientras que el Real Mallorca, con 25, ocupaba el primero de los puestos de descenso a Segunda división.
El equipo valenciano, que curiosamente empató en su último partido de LaLiga después de algo más de cinco meses sin hacerlo, había completado un irregular inicio de 2020, con solo dos victorias en los nueve partidos jugados.
De hecho, el Levante empezó el año con cuatro derrotas seguidas al perder ante el Atlético de Madrid, Alavés, Osasuna y Barcelona, pero las victorias en casa ante el Leganés y, sobre todo, frente al Real Madrid suavizaron la situación y le permitieron llegar a la interrupción en la competición con la posibilidad de sellar la permanencia.
El Levante debía visitar Mestalla para jugar ante el Valencia cuando se aplazó LaLiga y hasta el final del campeonato se enfrentaría al Sevilla, Espanyol, Atlético de Madrid, Real Betis, Real Valladolid, Real Sociedad, Mallorca, Athletic de Bilbao, Celta de Vigo y Getafe.