VALÈNCIA. El Levante certificó la permanencia en Primera División en Girona (1-2) en un choque marcado por la decisión del VAR de anular un penalti y una roja en su contra, lo que se ha convertido en el enésimo episodio de una campaña en la que el videoarbitraje ha sido protagonista de los partidos del club valenciano.
El equipo que entrena Paco López ha estado presente en varias de las decisiones más polémicas del VAR durante toda la temporada, en algunas ocasiones como perjudicado y en otras como aliado.
La expulsión de Coke y el penalti en contra a falta de un cuarto de hora para el final del partido en Girona servían en bandeja el triunfo al Girona y dejaba en la zona de descenso al Levante.
Sin embargo, el VAR corrigió la decisión arbitral cuando se cumplía exactamente un mes desde que el presidente del Levante, Quico Catalán, hubiera denunciado públicamente que no creía en el VAR.
Y es que las quejas arbitrales, ya sea en contra del trencilla de campo o del colegiado de la sala de vídeo, han sido una constante esta temporada desde el bando levantinista.
En las oficinas del estadio Ciutat de València llegaron a confeccionar una lista de siete partidos en los que se consideraban perjudicados y hasta Paco López dijo en sala de prensa que merecían tener "seis o siete puntos" más en la clasificación.
Pese a ello, la relación del Levante con el VAR ha tenido sus altibajos y no siempre le fue mal. En el Santiago Bernabéu, en la novena jornada, el Levante vio como el VAR cambiaba la decisión arbitral y una mano que había visto fuera del área se convertía en un penalti que Roger transformó.
En ese mismo partido, el VAR anuló un gol de Asensio por fuera de juego que permitió que el Levante venciese por 1-2 en aquel encuentro.
La primera gran polémica fue el penalti cometido por Nikola Vukcevic por una mano desde el suelo en la visita al Atlético de Madrid en el Wanda y que supuso la derrota por 1-0 el 13 de enero. El Levante publicó un comunicado oficial y el presidente conversó telefónicamente con su homólogo en el Comité Técnico de Árbitros.
Tampoco estuvo acertado, siempre según la versión del Levante, en casa contra el Getafe, pero el enfado se disparó el 24 de febrero ante el Real Madrid, ya que los dos goles del equipo madridista fueron de penalti.
Especialmente polémico fue el segundo, cometido por Doukouré sobre Casemiro en el minuto 78 de partido, y que acabó con el africano lesionado de gravedad.
Antes, sin embargo, el Levante sufrió en sus propias carnes las quejas airadas del técnico del Valladolid, Sergio González, tras perder en el Ciutat de València al ser anulado un gol visitante por fuera de juego.
"El comunicado al Levante le ha salido genial, han hecho su faena y ha surtido efecto para tener el mismo trato", ironizó Sergio al acabar el partido.
Para el Levante pesaba más el recuerdo de los errores en contra, como el del gol anulado a Coke Andújar en Leganés (1-0) por una falta previa de Mayoral o en el partido ante el Villarreal (0-2) en València, donde el VAR anuló un gol de Rochina por un ajustado fuera de juego del pie de Morales.
La gota que colmó el vaso de las quejas del Levante cayó en San Mamés. Un gol anulado, un penalti no pitado a favor y otro en contra fue el balance negativo del VAR que, con el equipo inmerso en una racha sin ganar que se alargó durante nueve jornadas, provocó la durísima crítica del presidente del club.
Después de varios partidos sin decisiones decisivas a favor o en contra, el punto y final a la temporada llegó gracias a una buena decisión del VAR en Girona que contribuyó a la permanencia del equipo.