El "local malament"

VALÈNCIA. "Vamos a aprender de las duras lecciones de esta temporada. Tendremos que hacer reset y reconstruir nuestro Club para los tiempos exigentes que se avecinan tras una mala temporada. Os pedimos, desde la humildad, que nos acompañéis en este viaje hacia un futuro mejor juntos. Os aseguramos que la dirección del Club está comprometida en trabajar muy duro para traer alegrías a todos nuestros aficionados y lograr la estabilidad que necesitamos" anunció a bombo y platillo el Valencia CF el pasado 5 de junio en una puesta en escena pública con aroma a sentido acto de contrición. Le siguió la aparición en escena de Miguel Ángel García Pérez-Roldán (también conocido como Corona) incidiendo en el mantra del verano, la autonomía concedida al "Local management": "Se ha diseñado una serie de decisiones que nos permiten ser más flexibles, más ágiles y con la idea de la presidenta del local management, creemos que podemos ser mejores" decía el director deportivo el 15 de junio.

Un mes después, y a escasos 18 días de comenzar el campeonato de liga el Valencia CF se quedó con Cenk (no era prioritario su fichaje), compró al Levante a Pepelu por el precio marcado de inicio por el club granota... y pare usted de contar. Seis bajas confirmadas a las que se puede unir en breve Cavani (y alguno más como Castillejo o Marcos André) con la carta de libertad y hasta aquí llegó la autonomía del "local management". 

Al final todo depende de lo mismo, el propietario no quiere invertir un sólo euro en el equipo, lo fía todo a lo que se recaude por los traspasos, los traspasos no llegan porque las ofertas son bajas tras el rendimiento ofrecido en un club cuya inexistente estructura deportiva va mermando el nivel deportivo del equipo a pasos agigantados, y como no hay recaudación por traspasos (que no autoriza el propietario) no hay fichajes. La misma historia de todos los veranos.

Al final, el "local management" es otro argumento de la factoría de ciencia-ficción de Meriton (que ríase usted de Marvel o de la franquicia de Star Wars) igual que el año pasado fue " se requiere un cambio en el liderazgo para recuperar la credibilidad de los aficionados y la comunidad a fin de posicionar al Valencia CF en la senda hacia el éxito", el anterior el "ADNValencia CF" o el anterior la tan cacareada como inexistente "Meriton Youth Policy" con la bandera de la imagen de un canterano regalado dos años después por cero euros al Mallorca.

A algo más de tres semanas de comenzar la liga al aficionado en general le aterra comprobar ver en los amistosos al Mestalla con algún futbolista de lo que un día fue la primera plantilla. Un combo insuficiente que da la impresión de tener un potencial (absolutamente ajeno a la responsabilidad de los chavales) que a duras penas podría lograr mantenerse en la segunda división del fútbol español. Por no haber, no hay ni medio millón de euros para traerse a Sergi Canós al que sólo le falta encadenarse a las puertas de Mestalla para forzar más aún su traspaso.

Mientras, el "local management" que debería ofrecer soluciones al drama deportivo brilla por su ineficacia y se convierte en el "local malament". Un atrezzo postizo que se dedica a posar con las nuevas equipaciones de calle de la presente temporada (como si fueran futbolistas de la primera plantilla) con una sonrisa de oreja a oreja mientras le dan la espalda al desplome que se cuece debido su ineficaz e inexistente labor.

Y aunque alguno esté tentado de sacar pecho si llegan 56 cedidos el 31 de agosto, es momento de recordarle que sigue siendo una pésima gestión tirar los puntos de las primeras jornadas al pozal de la basura, porque no es que te sobren al final de la temporada. Y porque se debieran articular soluciones para que Baraja pudiera trabajar ideas, conceptos y automatismos con los futbolistas que vayan a componer su plantilla durante el campeonato.

Todo pendiente de colocar a Yunus o a Mamardashvili para poder traer algo, o que Mendes hable con Peter para activar alguna compra que les interese. No parece una gestión con mucha agilidad ni con mucha autonomía; otro slogan de agitprop veraniego sin nada detrás. Y lo que es peor, a por estos no vendrá el Mallorca en dos años a llevárselos, aunque se los dejes gratis.