VALÈNCIA. Una vez finalizadas las obras de reforma de la Zona Sur de Son Moix, en enero de 2024, el Mallorca contará con un "estadio del siglo veintiuno, abierto a la ciudad y donde se respirará una atmósfera total de fútbol con las gradas muy cerca del campo", según ha afirmado Alfonso Díaz, director de Negocios del club balear.
En un recorrido por el campo municipal, construido en 1997 para la Universiada de Palma-99, Díaz presentó este jueves a los medios de comunicación los avances realizados en el complejo deportivo mallorquinista desde el inicio de las obras -en mayo de 2022- ejecutadas bajo la dirección de la arquitecta vasca Izaskun Larzabal.
Ya se han remodelado tres de las cuatro fases del proyecto en el que los propietarios estadounidenses, con Andy Kohlberg, máximo accionista y presidente de la entidad bermellona al frente, han invertido alrededor de 20 millones de euros.
"En enero de 2024 la Zona Sur de Son Moix, quizás en el partido ante el Celta, será una realidad. Tres mil aficionados animarán al Mallorca y dispondrán de otras alternativas de entretenimiento en un proyecto bonito y con futuro", explicó Díaz.
"Esta será la casa del mallorquinismo, de toda nuestra gente. Es un estadio reformado para ellos, los que siempre han estado aquí y nos han hecho grandes. Este es el objetivo de la remodelación y de toda la gran inversión que han hecho los propietario; las gradas, los asientos, una cubierta en la grada Este, es un cambio completo", añadió.
El Mallorca cuenta con casi 19.000 abonados y sus ingresos han aumentado un 680% en 2023 con respecto a 2016, año en que la nueva propiedad asumió la dirección de la entidad mallorquinista, según detalló Díaz.
Con respecto a la polémica surgida en torno a la actuación de bailarinas en un restaurante del estadio antes del partido ante el FC Barcelona, el director de Negocios del Mallorca, dijo que se trata de "una experiencia" abierta a "muchos artistas".
"Se trata de un espacio abierto, con mucha vida, gestionado por terceros donde hay vistas espectaculares a la Tramuntana y cualquiera puede estar. Además de las bailarinas ("llamarlas gogós es una falta de respeto hacia ellas", enfatizó), actúan magos, disc jockeys, humoristas. Lo hemos hecho con mucha naturalidad y cariño. Si hay cosas que mejorar, o que se tienen que rectificar, se hará sin ningún problema", indicó.
Díaz confirmó, asimismo, que el espectáculo de luces y desfiles de "dimonis" (tradición muy arraigada en las fiestas populares de la isla) antes de los partidos, como se vio ante el Barça, "van a continuar".
"Queremos enseñar al mundo quiénes somos, que nuestra gente se sienta identificada con su cultura y sus tradiciones. Que la gente viva una atmósfera única con los 'dimonis', las 'collas' que representan a cada pueblo de Mallorca. Todo este será la tónica general en cada partido", señaló.
Finalmente, y a raíz de que la Comisión Antiviolencia incluyera a los aficionados ultras del club -los "Supporters"- entre los grupos violentos por incumplimiento de lo establecido en la ley contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, el directivo mallorquinista remarcó que la política de la entidad es de "tolerancia cero".
"Se nos ha comunicado esa situación, y como club reiteramos la tolerancia cero y de rechazo absoluto hacia conductas racistas, xenófobas o violentas en nuestro campo. Se han prohibido todas las simbologías de esos grupos. A Son Moix solo son bienvenidos los que vienen a sumar y a apoyar al club", subrayó Alfonso Díaz.