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OPINIÓN

El mejor fichaje, recuperar la soberanía 

Llámame raro, pero que haya un porqué deportivo detrás de cada fichaje es un pequeño avance. En los últimos veranos el club fue sumiso del mercado y quedó a expensas de los designios del gran agente

25/08/2017 - 

VALENCIA. Más lecturas al vuelo sobre el mercado de fichajes a punto de cerrar. Un intento por sortear a quienes consideran que los fichajes son estelares y suponen un espaldarazo a las expectativas del equipo, o a quienes los atienden con inquina porque muchos llevan la autoría de García Toral, o a quienes aseguraron que ni de coña vendrían y ahora auguran igual de rotundos el fracaso de los Murillo y Kondogbia

Por lo general los que han venido hasta la fecha me parecen buenos refuerzos con asterisco: en casi todos los casos mejoran a quienes reemplazan, sin olvidar que llegan de tener pocas oportunidades en la última temporada, que aterrizan para relanzar su fútbol.

El retraso en las contrataciones, vendido con la pretensión de ‘ir lento para llegar lejos’, ha terminado siendo lógico. Aspirar a futbolistas con pocos minutos en clubes pujantes que sin esperar hasta las últimas semanas no podrían haber llegado. Es un primero signo distintivo: el Valencia esta vez sí tenía una estrategia ante sus fichajes.

El segundo signo: los futbolistas contratados han hablado de la influencia de Marcelino para decidirse a aterrizar en Mestalla. El entrenador asturiano estudió a fondo al Inter antes de frustrarse su marcha a Milán, tomó nota de quienes le servían. En su faceta de entrenador con ascendencia de manager también se ha apoyado en jugadores que conocía, asumiendo riesgos como el de Gabriel por la confianza mútua. Llámame raro, pero que haya un porqué deportivo detrás de cada fichaje es un pequeño avance. En los últimos veranos el club fue sumiso del mercado y quedó a expensas de los designios del gran agente. Sí, nos conformamos con poco, pero dejar margen para la reconstrucción cuando se viene de la anemia total es responsable.

Estamos poco acostumbrados a un gestor que aplique las peticiones deportivas y las ejecute, por eso generan cierta extrañeza los requiebros de Alemany, jugando a dos bandas. Confunde, todavía más, por falta de costumbre, que sus promesas acaben concretándose.

La aparición viajera de Lim, el rumor de las cuotas para el gran agente, no deberían contradecir el mejor fichaje de este mercado: el Valencia ha recuperado su soberanía, ha querido contratar en beneficio propio y no en beneficio ajeno.

Si los fichajes van a salir bien o no ya es cosa de los adictos a la videncia.

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