VALÈNCIA. El Valencia Mestalla, filial del Valencia CF, jugará la próxima temporada en la quinta categoría del fútbol español más de 75 años después de haberlo hecho por única vez en la campaña 1944-45, la primera en la que compitió desde su fundación al principio de aquel ejercicio.
Con tan solo dos victorias en veintisiete partidos, el equipo, que milita en Segunda B, el tercer nivel competitivo del fútbol español, ha visto como la reestructuración de categorías le hace descender dos de golpe.
Se ha creado la denominada Primera División de la Federación, tercera categoría en la que jugarán cuarenta clubes en dos grupos de veinte, mientras que la Segunda División de la Federación, lo que era antes la Tercera División y que será la cuarta categoría, la disputarán noventa conjuntos en cinco grupos de dieciocho clubes.
Sin embargo, será en la Tercera División de la Federación, en la que 324 equipos en dieciocho grupos pugnarán por los ascensos, donde juegue sus partidos el Valencia Mestalla, un equipo que había disputado veinticuatro de las últimas veintinueve campañas en la actual Segunda.
La situación a la que llega el Mestalla sólo se había producido una vez, pero entonces fue inevitable, porque cuando el Valencia CF se hizo cargo del CD Cuenca, embrión del Mestalla, el equipo estaba en categoría regional, aunque en las siguientes tres temporadas consiguió sendos ascensos que lo llevaron a jugar la Segunda División en la campaña 1947-48.
El Mestalla, con jugadores que después subirían al primer equipo como Antonio Fuertes, Vicente Seguí o Francisco Mir, se asentó durante los tres primeros cursos en Segunda División y en la temporada 1951-52 consiguió el ascenso a Primera.
Este ascenso no se materializó, entre otras cosas, por la negativa del entonces presidente de la entidad valencianista, Luis Casanova, a que dos equipos del mismo club pudieran estar en la misma división.
El filial del Valencia ha estado en veintiuna campañas, entre 1947 y 1973, en Segunda División, aunque desde que en la 1972-73 bajó a Tercera ya no ha podido volver a la segunda categoría del fútbol español, pese a los múltiples intentos de lograrlo, el último hace cuatro temporadas, cuando quedó eliminado por el Albacete en la última ronda de la promoción de ascenso.
El Mestalla, en esa época dorada entre los cincuenta y los sesenta del pasado siglo, llegó a derrotar al Real Madrid en un encuentro de Copa en Mestalla (2-1), aunque en la vuelta fue apeado por el conjunto blanco, así como también ha logrado victorias, a lo largo de su historia, ante Villarreal, Levante, Valladolid o Deportivo de la Coruña.
Además, con veintiuna campañas en Segunda División, es el tercer filial con más temporadas en esa categoría, solo superado por los del Real Madrid y el Barcelona.
Su descenso a la quinta categoría puede suponer un salto más grande para los canteranos que debuten con el primer equipo, que verán como la diferencia de calidad entre sus rivales habituales y los jugadores del primer equipo del Valencia será mucho mayor que si jugaran semanalmente en Segunda B.
No en vano, la situación del filial no había sido buena durante las dos últimas temporadas, en las que había coqueteado con el descenso en ambas campañas, sobre todo en la última, ya que cuando se paró el fútbol por la pandemia, el filial estaba en posiciones de descenso.