VALÈNCIA. El absoluto desastre que es ahora el Valencia CF alcanza a todas las áreas del club aunque la más visible sea el área deportiva del primer equipo en caos permanente desde agosto de 2019.
Una consecuencia del desaguisado perpetrado por los rectores de la entidad es la lamentable planificación del filial. Pese a sacar pecho repetidas veces de su política de cantera, Meriton ha confeccionado para el filial que dirige Oscar Fernández una plantilla absolutamente descompensada.
Además de perder a sus mejores futbolistas que han subido al primer equipo (escenario rutinario en cualquier filial), la mayoría de bajas han sido cubiertas por jugadores del juvenil. Aún así Óscar Fernández se amoldó a la situación y tal y como contamos el 28 de septiembre había algunas peticiones para reforzar a una plantilla que volverá a pelear por salvar la categoría.
Una de las demandas, la del delantero, estaba supeditada a la salida de Jordi Escobar. Como quiera que el delantero catalán salió en la última hora y media de mercado, no hubo tiempo material de reponer su marcha con lo cual el filial se ha quedado con dos delanteros (Fran Navarro y Ndombasi -aunque este último no parece ser de la confianza de los técnicos). Por este motivo, el filial debe ahora intentar incorporar un punta entre los que estén sin equipo dado que el plazo para incorporaciones también finalizó el lunes a las 0´00 horas.
Esa es la única salida que le ha dejado Meriton al área deportiva que se encarga del filial para intentar que su amada política de jóvenes valores no vea como el filial del primer equipo sufre este año un descenso de categoría.