VALÈNCIA. Dicen y es de sobra conocido que los partidos de fútbol se asemejan a las partidas de ajedrez. Las aperturas, el control del centro del campo o del tablero, las defensas más o menos conservadoras, la utilización efectiva de las piezas, el cambio de piezas, la estrategia a seguir, el engaño haciendo ver una acción para hacer otra, el ver más allá de seis o siete jugadas, la búsqueda del jaque mate al rey o perforar la portería contraria y batir al portero. Pues bien el pasado miércoles el Betis le ganó la partida al Valencia de cabo a rabo.
El Betis que tiene una plantilla en el que las nuevas piezas que se han ido incorporando mejoran las que habían está en lo alto de la clasificación. No es por casualidad el Betis tiene en Manuel Pellegrini a un maestro que hace que sus equipos jueguen muy bien al fútbol y a Cordón en la dirección técnica del club tras su paso por Villarreal y Mónaco entre otros. Las piezas del tablero las mueven con una gran inteligencia y eso que como casi todos los clubs también tienen problemas económicos para realizar incorporaciones. Bravo, Bellerin, Pezzella, Juanmi, Borja, Willian José unidos a los más veteranos como Canales, Joaquín, Guardado, Carvalho, Guido, Fekir o los más jóvenes como Rodri o Ruival forman un potente grupo dirigidos por el ingeniero Pellegrini.
El Valencia fue superado claramente en el tablero verde del Villamarín. Colocó de inicio Bordalás un doble lateral en su banda izquierda cuando Montoya no es un claro peligro ofensivo y Canales iba a jugar hacia dentro. Quizás pensó que iba a actuar Bellerin. Por contra fue por la banda izquierda del Betis donde se creó el mayor peligro con un Alex Moreno que encontró una autopista. Guedes que inició en banda derecha tuvo que ver que no podía con Alex y pasó a acompañar a un desdibujado Marcos André pasando el comodin Hugo Duro a jugar en esa banda derecha. Siguió la sangría.
Alderete propició con una entrada innecesaria que el camino se aclarara aún más para los béticos. El Panda marcó el segundo con suerte aunque anteriormente Canales y Fekir hicieron ver que Cillessen es garantía en la portería. El pundonor de Paulista, ya con su conmoción, hizo que el Valencia acortara distancias y siguiese vivo en el partido. Pero la forzada sustitución de Paulista daba poco margen para la esperanza. Dos goles más en la segunda parte con errores de marcaje el de Pezzela y de falta de sentido futbolístico en el de Juanmi sentenciaron el partido.
El Valencia se acercó poco al área del Betis. Jesús Vázquez y Marcos André hicieron intervenir a Bravo. Guedes en la segunda parte erró un disparo claro y Diakhaby de cabeza tras un saque de esquina fue el pobre bagaje ofensivo del Valencia. Lección de fútbol del Betis que hizo que las piezas del Valencia pareciesen almas en pena por el tablero. Fekir demuestra cada jornada que el denostado y poco habitual media punta en el fútbol actual sigue estando vigente cuando los movimientos ofensivos se coordinan adecuadamente.
El sábado sin tiempo para el lamento viene un Villarreal que está teniendo muchos problemas en este inicio ligero pero que su amplitud de plantilla puede poner en peligro esa euforia contenida de las primeras jornadas. Urge ganar, urge conseguir tres puntos. La intensidad de los equipos cuando no llegan los resultados es difícil de mantener. Urge reforzar la plantilla. No se quienes tomarán las decisiones para dar mejores piezas a Bordalás. Serán las personas que están en el club que parece que tienen poco peso o las tomarán personas que como dicen toman decisiones desde la sombra. Sea como fuere esos refuerzos que todo el mundo entiende que hacen falta tienen que venir. Pero que mejoren lo que hay. No los refuerzos de invierno de la temporada anterior. Pónganse en marcha, observen el tablero y vean qué piezas hay que cambiar y qué piezas hay que mejorar. La defensa, el control del centro del tablero y la ofensiva tienen que mejorar. Un nuevo tablero debe aparecer en el panorama valencianista. De lo contrario el jaque mate está servido.