El parón le sirve al Levante para resucitar

VALÈNCIA. No es ningún secreto que el parón liguero le viene al Levante como agua de mayo. Es probablemente la jornada de descanso en La Liga que más alivio deja en el Ciutat desde hace años. El ilusionante pero agotador febrero y todo un mes de marzo arrastrando las secuelas del esfuerzo dejaron al equipo tiritando, sobre todo en su centro del campo, la posición con la que las lesiones más se cebaron. Y, además, el parón también llega con dos regalos en forma de dolencias para Aitor Fernández y un Óscar Duarte hoy esencial y pendiente de su renovación en base a los partidos que juege (el 60% del total de la temporada por encima de los 45 minutos). 

Al meta, de hecho, le viene bien frenar. Sus molestias en el gemelo izquierdo ayer le hicieron entrenar al margen, pero el guipuzcoano ha esquivado con toda seguridad una lesión grave que le aparte de las 10 citas de final de curso. Si este próximo fin de semana La Liga continuara su curso, la presencia del de Mondragón sería la gran incógnita, pero el frenazo del campeonato hasta el próximo viernes 2 de abril invita a Aitor a pensar en recibir al Huesca en el regreso liguero. En el caso de Duarte, su baja para este fin de semana sería segura. Sus dolencias lumbares y los hematomas en los talones le harían salir de la lista de convocados, tanto es así que está por ver si puede retomar la competición. De momento, tanto portero como central entrenaron al margen en Buñol.

Y a la espera de que ambos puedan estar al ritmo de sus compañeros la próxima semana, los que ya se incorporan son un Radoja y un Postigo que sí pretenden estar listos a la vuelta de La Liga. Tanto madrileño como serbio han cumplido un mes en el dique seco. Uno por su bíceps femoral y el otro por su sóleo, pero la intención de ambos es entrar en la lista del Huesca para, probablemente, formar incluso en el once inicial. Sería posible si completan las dos semanas de sesiones junto al resto de la plantilla y, sobre todo, teniendo en cuenta el proceso de recuperación con tratamiento consvervador de Duarte y el tardío regreso de Vukcevic de Montenegro. 

Ya se quejó Paco López de que jugar el viernes perjudicaba al Levante, sobre todo porque los compromisos de sus internacionales caían demasiado cerca del partido en el Ciutat. Montenegro y Macedonia juegan su último partido de esta fecha FIFA el miércoles, por lo que Bardhi y Vukcevic tendrán complicado, mínimo, iniciar la partida. Lo harán con un entrenamiento en sus botas como máximo. A correprisa. La baza de Radoja se antoja importante para el regreso y el parón, esencial para resucitar físicamente al Levante. Los granota cogen aire para 10 partidos en los que sellar la permanencia y seguir escalando.