VALÈNCIA. El Levante prepara su última sesión antes de poner rumbo a Villarreal para jugar un partido que puede ser definitivo para despedirse del ascenso directo si es que hay derrota granota y resultados positivos de dos de los candidatos a la élite. Es algo que quiere evitar a toda costa el cuadro de Javi Calleja, con oportunidades reducidas todavía de asaltar las dos primeras posiciones de la tabla de la Segunda División. El técnico, que ya acusó a su frente de ataque de tener "carencias evidentes" tras el austero empate ante el Ibiza, prepara algún cambio para enfrentarse al pequeño submarino.
En portería estará Femenías con una defensa de cuatro, sobre el papel, por delante. Pubill y Álex Muñoz volverán a ser los dueños de los carriles, con Róber Pier y Postigo en el eje central. La medular tendrá a Iborra y Pepelu, con Joni Montiel por delante, y la banda diestra será para De Frutos. Hasta ahí todo habitual, aunque el segoviano ya se quedó fuera del once el pasado lunes y también recibió el puntapié público del entrenador, que no dudó en declarar que no está pasando por su mejor momento de aportación al equipo.
Sea como sea, De Frutos parece irremediablemente necesario en los esquemas de un Calleja que tratará de tocar alguna pieza en la ofensiva. Tal y como contó este diario, el preparador madrileño ha probado con Bouldini en punta y, sin Rober Ibáñez, su dupla saldrá de las dudas entre un Cantero no especialmente acertado en las últimas semanas y un Soldado que lo ha estado todavía menos. Desde el fondo del armario aparece la manga de Brugui, recién recuperado de su lesión, con Wesley sin haber entrenado hasta este viernes.
Con todo, el once que puede presentar el Levante en La Cerámica es el formado por Femenías, Pubill, Postigo, Pier, Álex Muñoz, Pepelu, Iborra, Montiel, De Frutos, Cantero y Bouldini.