VALÈNCIA. Una semana sin lesiones en el Levante. Es más, con recuperaciones. Javi Pereira, que en las tres semanas que lleva entrenando en Orriols ya ha sido sacudido por la plaga granota de bajas, cruza los dedos. Melero y Radoja se han reincorporado al grupo después de sus partidos de stand by y podrían ser de la partida en la enésima final del sábado en Mendizorroza. Con el regreso de Campaña tras casi dos meses parado por culpa del sóleo y la vuelta de Róber Pier tras su expulsión en la tangana final de la noche del Atlético de Madrid, la posibilidad de contar con dos centrocampistas más cae como una bendición para el cuerpo técnico del extremeño.
En el sanatorio levantinista solo restan, de momento, Postigo y Roger, dos futbolistas que para después del parón -tras el encuentro ante el Alavés- podrían estar disponibles para la causa. Será a dos semanas vista, por lo que quedan de momento fuera del foco principal que envuelve a Pereira: no irse a la próxima fecha FIFA colista, con cero victorias en el casillero o con una derrota ante los babazorros, que en caso de triunfar abrirían una brecha de siete puntos al Levante. Toda una losa.
En cualquier caso, una de las metas reconocidas por el nuevo técnico a su llegada es tirar de freno de mano y parar de una vez la sangría de lesiones que azota al cuadro granota desde hace casi un año, cuando el cúmulo de encuentros entre Liga y Copa abrieron un grifo de caídos en batalla que no ha parado de jarrear hasta hoy. Si la hemorragia de goles en contra agobia y mucho en Buñol, la de la enfermería también lo hace. Por eso Pereira admitió antes del encuentro frente al Atleti que en su periplo en el Ciutat solo se habían caído dos jugadores (sin contar a un Postigo cuya lesión data de la misma semana en que el entrenador aterrizó en Valencia), y al día siguiente tuvo que añadir a otros dos a la lista (precisamente los que ayer regresaron al grupo).
En total son 15 las lesiones de toda índole que han afectado al Levante esta temporada. Computan las dos de pretemporada: Postigo en la rodilla y Blesa, con su esguince de grado II-III en el ligamento colateral medial de la rodilla derecha. La del Levante es de las plantillas más tocadas en cuanto a número de dolencias de la Primera División y se entiende que ese dato puede tener una relación directa con las dificultades del cuadro granota para salir del agujero. El rescate que necesita el equipo pasa por la recuperación de futbolistas... y por poner sutura a la herida.