VALÈNCIA. El Valencia CF intentará certificar mañana en el Benito Villamarín su permanencia en la primera división del futbol español. Pese a que este es un objetivo muy alejado del status que se le presupone al club de Mestalla, este fue el objetivo para el cual se contrató a Rubén Baraja. Cuando él y Marchena llegaron para sentarse en el banquillo valencianista en la jornada 22, los blanquinegros eran los décimo octavos en la clasificación (plaza de descenso con 20 puntos).
A punto de acabar el campeonato, los de Baraja parecen cerca del objetivo (solo una carambola diabólica les apartaría de la permanencia), en el entorno del club ya se ha dejado caer que con la consecución del objetivo, habría una oferta para que el Pipo continúe al frente del equipo la próxima temporada.
De darse el entendimiento entre ambas partes y procederse a la firma de un nuevo contrato, Baraja tendría ante sí un enorme desafío a nivel deportivo dada la inexistente política de refuerzos del propietario del club. Pero no sería el único reto al que se enfrentaría Baraja. Completar una temporada al frente de un banquillo es algo que no se da en su carrera desde que comenzara a entrenar en el fútbol profesional allá por la temporada 2015/16.
La primera experiencia de Baraja en un banquillo del fútbol profesional se produjo en Elche. Baraja completó la temporada entera en el equipo ilicitano al que dejó en la undécima posición con 57 puntos.
Su siguiente aventura fue en el banquillo de Vallecas. Llegó tras las 13 primeras jornadas para ocupar el sitio de su predecesor Pepe Sandoval. Baraja cogió al equipo en la décimo sexta plaza con 15 puntos, pero 13 jornadas más tarde fue relevado de su cargo (el hoy entrenador del Girona Míchel fue su sustituto) y dejó a los franjirojos en la misma décimo sexta plaza pero con 28 puntos.
Una temporada más tarde, Baraja llega al Molinón para hacerse cargo del Sporting. Tras 18 partidos el consejo de administración del equipo asturiano decidió prescindir de Paco Herrera quien dejó al equipo en el décimo lugar de la tabla con 33 puntos. Baraja completo 24 extraordinarias jornadas en las que aupó a los rojiblancos al play off al llegar a 71 puntos y conquistar la 4ª plaza. Pese a no superar el play off, comenzó la temporada siguiente en la que solo pudo llegar a completar 14 partidos en los que sumó 15 puntos para ocupar la décimo quinta plaza de la tabla. José Alberto López fue su sustituto al frente del equipo gijonés.
Para la campaña 2019/20, Baraja llegó a la isla para hacerse cargo del CD Tenerife. El hoy entrenador valencianista llegó al banquillo chicharrero tras los pasos de López Garai y Sesé Rivero. A su llegada los del Heliodoro Rodríguez López ocupaban el 17º lugar en la clasificación y sumaban 18 puntos. Baraja completó los 24 encuentros restantes de la campaña para dejar a los tinerfeños con 55 puntos en la 12ª plaza de la tabla.
La última experiencia de Baraja antes de llegar al banquillo de Mestalla fue en Zaragoza. En un año complicado por la pandemia, y sin público en las gradas, el Pipo llegó para hacerse cargo del equipo blanquillo. Sólo duró 11 jornadas aunque realmente dirigió 10 partidos ya que se perdió la segunda jornada al contraer el covid. Tras esos once partidos, Baraja fue destituido al sumar sólo 10 puntos y tener al equipo el décimo octavo clasificado. Iván Martínez fue el sustito elegido para el citado relevo.
Ahora falta rematar mañana la faena y después que ambas partes se pongan de acuerdo. Después llegará el reto de sacar adelante al Valencia CF y sentarse en su banquillo toda una temporada entera.