VALÈNCIA. El estadio José Rico Pérez de Alicante vivirá durante 2020 su mayor periodo de inactividad desde su inauguración, en agosto de 1974, como consecuencia del parón y posterior suspensión de la competición por la pandemia de coronavirus.
El recinto, escenario habitual de los partidos del Hércules, abrió sus puertas por última vez al público el 1 de marzo con motivo del encuentro entre el conjunto alicantino y el Andorra (0-0).
El José Rico Pérez, que cerró definitivamente su actividad el 13 de marzo, un día antes de que el Gobierno decretara al estado de alarma, sumará a los dos meses y medio que ya lleva clausurado un trimestre más, como mínimo, antes de que comience la próxima competición.
Nunca ante el estadio había permanecido tanto tiempo sin actividad, ni siquiera en los periodos en los que las temporadas finalizaban a principios de mayo y arrancaba en septiembre o en los que fue sometido a una gran obra en su estructura.
De hecho, el estadio ni siquiera aparcó su actividad deportiva mientras se construyó, a principios de los años ochenta, la gran grada de la preferente alta, fundamental para poder acoger los partidos del Mundial 82.
El anterior gran periodo sin fútbol en el Rico Pérez se remonta al final de la temporada 1994-95, en la que el Hércules, ya sin objetivos en la Liga, acometió una profunda remodelación de su terreno de juego que le llevó a disputar el último e intrascendente partido de la temporada, un 18 de junio, ante el Barcelona B en el Martínez Valero de Elche.
El Hércules comenzó las obras en junio para ganar tiempo y el estadio ya estuvo listo a finales de agosto para acoger en septiembre el inicio de una temporada que le llevaría a Primera.
Precisamente, tras un nuevo ascenso a Primera, en la temporada 2009-10, el Hércules volvió a reformar gran parte de su estadio, tanto terreno de juego como gradas y servicios, durante el mes de julio, aunque el recinto quedó acondicionado para acoger el primer partido de la Liga a mediados de agosto ante el Athletic Club.
A pesar de que no ha habido entrenamientos ni partidos desde marzo, el césped del Rico Pérez presenta un aspecto impecable, ya que un empleado de la empresa que se encarga del mantenimiento ha desarrollado su actividad día a día de cara al futuro regreso a la actividad.