El seleccionador español júnior de balonmano ha reivindicado el valor de los jugadores que militan en equipos de Liga Asobal tras la conquista del título europeo
VALENCIA. El seleccionador español júnior de balonmano, Isidoro Martínez, que ayer conquistó el título europeo de la categoría ante Alemania (30-29), ha reivindicado el valor de los jugadores que militan en equipos de Liga ASOBAL "donde adquieren la experiencia necesaria y han dejado de calentar banquillo"
En declaraciones a EFE, tras llegar de Dinamarca, el técnico vallisoletano ha destacado el cambio experimentado en la competición nacional "donde a pesar de perder potencial los equipos, éstos han tenido que recurrir a los jugadores jóvenes que, dada la calidad técnica de los entrenadores, permite que las selecciones practiquen un gran balonmano".
De hecho, varios de los integrantes del plantel nacional ya militan o lo harán a partir de la próxima temporada en equipos de Liga ASOBAL, casos del guardameta Xoan Ledó (Villa de Aranda), Dani Dujsebaev, que ha cambiado el FC Barcelona por el Atlético Valladolid, incluidos ambos en el equipo ideal del Europeo o los ademaristas David y Jaime Fernández.
Isidoro Martínez ha recalcado el "enorme valor" de la medalla de oro lograda en Dinamarca "después de llegar con algunas dudas al campeonato por la dureza de los primeros rivales, pero el equipo fue capaz de ir de menos a más y mostrar en todo momento un enorme nivel defensivo", ha comentado a su llegada a tierras españolas.
De hecho, el seleccionador español ha insistido en que, a pesar de la igualdad en la final ante el equipo alemán, resuelta en la prórroga, "hubiera sido una injusticia perder el partido porque España siempre fue por delante y en la prórroga fue capaz de dar un plus más en defensa provocando los errores del rival y anotando tres goles a puerta vacía que fueron claves", ha dicho.
De cara al futuro, Martínez ha descartado una posible vuelta a los banquillos de algún equipo, tras una breve etapa de tan solo una temporada al frente del Ademar, ya que desempeña labores de gestión y también de profesor en la Universidad de León y pretende seguir al frente de esta generación júnior.
"Estoy bien como estoy, a los 48 años quiero disfrutar del balonmano y, aunque estoy liado, pero contento, con las diferentes tareas que tengo, me gustaría seguir trabajando con los júnior, porque son jugadores ya adultos, casi hechos y con un gran nivel competitivo", ha resumido.