Villalba, uno de los cinco mejores jugadores de su generación, todavía conserva un buen cartel entre los ojeadores de los grandes clubes pese a que su trayectoria en el Valencia haya sufrido un frenazo en los últimos dos años.
VALÈNCIA. El Mago del Mestalleta pudo ser del Sevilla en enero. El conjunto andaluz lanzó una ofensiva para contratar a Fran Villalba en el mercado de invierno. La secretaría técnica sevillista, que andaba un tiempo pendiente de la recuperación futbolística del joven canterano, presentó una oferta para llevarse al jugador a su filial, el Sevilla Atlético, que milita en Segunda división. El Sevilla quería invertir a futuro en el mediapunta con vistas a incorporarlo a su primer equipo si cuajaba en su filial. Villalba, uno de los mejores jugadores de su generación, todavía conserva un buen cartel entre los ojeadores de los grandes clubes pese a que su trayectoria en el Valencia haya sufrido un frenazo en los últimos dos años.
La propuesta por Fran Villalba llegó el 31 de enero, último día de mercado. Óscar Arias, director deportivo del equipo de Nervión, contactó con Vicente Rodríguez para comunicarle la intención de firmar al mediapunta de 19 años de edad. Promoesport, la agencia de representación del jugador, tiene una de sus sedes en Sevilla y esa rama de la empresa, Promoesport Andalucía, es la que maneja sus intereses desde hace unos meses después de que el jugador rompiera su vínculo con Interstar Deporte.
Hay dos versiones sobre la negativa del Valencia a deshacerse del jugador. La primera habla de la poca capacidad de maniobra que tenía el club para buscar un recambio a Fran Villalba en el mercado para contrarrestar la oferta andaluza, dado que esta llegó a última hora antes del cierre. La segunda dice que Vicente Rodríguez, que es la persona con la que contactó el Sevilla, se opuso a dejar salir al jugador a un rival directo como el del Sánchez Pizjuán.
El Valencia desestimó la oferta del Sevilla y le comunicó al jugador y a su entorno que no podía plantearse su salida ante la escasa maniobrabilidad para encontrar a tiempo un sustituto de las mismas características de juego. El jugador aceptó y ambas partes se emplazaron para revisar su situación y buscarle una salida al jugador en verano si no estaba contento con su situación y llegaban ofertas convincentes.
El Sporting de Gijón también pujó por el jugador en enero. La oferta del conjunto asturiano era para que el jugador militara en su filial pero con la expectativa de subir al primer equipo en breve. Rubén Baraja, técnico del conjunto asturiano con el que Fran coincidió en el juvenil A del Valencia, apadrinaba su fichaje. Aquella operación no llegó a cuajar por motivos económicos ya que el Valencia quería incluir en la venta una cláusula por la que poder recuperar al jugador a cambio de una cantidad muy asequible que el Sporting no aceptó.
Fran Villalba tiene contrato con el Valencia por lo que resta de curso y dos temporadas más. Su cláusula de rescisión es peculiar. El mediapunta vale 8 millones de euros si juega en el filial y su precio sube hasta los 25 millones si forma parte de la primera plantilla. Sevilla y Sporting ni pagaban la cláusula ni se acercaban a ella.