VALÈNCIA. Cita clave. Partido de todo o casi nada. Encuentro de aquellos que no pueden caer de otro lado que no sea el granota. Mientras los rivales directos del Levante por la permanencia ya prueban las mieles de los partidos más duros de su calendario, los de Alessio Lisci se enfrentan este sábado a uno de los pocos oponentes, por comodidad clasificatoria y entidad, mínimamente 'asequibles' que quedan por pisar el Ciutat.
El Espanyol de Vicente Moreno está prácticamente en tierra de nadie. El técnico de Masanasa aseguró que su equipo, de cualquier manera, tiene que ganar por no meterse en problemas y porque fuera de Cornellà solo han salido victoriosos en una ocasión esta campaña. Fue, precisamente, al otro lado de la ciudad. En Mestalla. Anclado en la duodécima posición y ocho puntos por encima del agujero, el elenco blanquiazul vive sin el agua al cuello. Desahogado. Y eso puede ser un punto a favor del Levante, pese a que Alessio avisó de que sería un error quedarse sólo en los resultados consechados a domicilio.
El caso es que, con esa condición clasificatoria y de relativa tranquilidad, el Espanyol precederá a los rivales de mayor entidad que todavía están por visitar Orriols. El siguiente en pasar por el coliseo azulgrana será el Villarreal. Después del parón, los de Unai Emery seguirán, a todas luces, en la pelea por las plazas europeas. Justo la semana siguiente, será el Barça de Xavi quien pase por el estadio levantinista inmiscuido en la misma batalla, en este caso por la Champions.
Después, Sevilla y Real Sociedad, antes de visitar el Bernabéu, aterrizarán en Valencia para dar paso a un duelo que puede ser más que directo el fin de semana el 15 de mayo: el Alavés será el último visitante del Ciutat esta temporada y, entonces, si el Levante ha salido vivo del acelerón de oponentes que le espera en su calendario, el partido será a cara de perro. Eso antes de visitar Vallecas en la última fecha de La Liga. Vienen curvas y el encuentro de esta jornada 28 se antoja especialmente valioso.