El Valencia Basket visitará al Real Madrid en el segundo encuentro de la semifinal de la ACB con el objetivo de rehacerse de la dura derrota sufrida en el primer partido
VALENCIA. El Valencia Basket visitará al Real Madrid en el segundo encuentro de la semifinal de la ACB con el objetivo de rehacerse de la dura derrota sufrida en el primer partido (82-57) para conseguir una victoria que le permita cumplir su plan inicial de ganar uno de los dos primeros encuentros fuera de su pista.
Desde el principio, la idea era regresar a Valencia con un triunfo en el bolsillo y recuperar el factor cancha para tener en su mano sentenciar la eliminatoria con los dos choques de la Fonteta o, al menos, tener asegurado el quinto encuentro si gana uno ante su público.
En el primer choque estuvo lastrado por su pésimo porcentaje en el tiro de tres puntos (un 9 por ciento) y perdió progresivamente empuje. Así, tras haber dominado el choque en el primer cuarto y aguantado el tirón local en el segundo y en el tercero, acabó totalmente superado en el último.
De hecho, su mayor preocupación en estos momentos es esa inesperada desconexión final, una situación casi inédita esta temporada en un equipo que se ha caracterizado por ser un buen competidor en casi cualquier circunstancia.
El primer paso para poder pelear el triunfo será ser más constante en su juego y para lograrlo el Valencia necesitará tener un mayor acierto o encontrar otras alternativas en ataque más allá del tiro exterior, aunque esa opción es más complicada pues forma parte de su identidad.
Así pues, buena parte de las opciones valencianas pasan por tener un porcentaje de tres puntos más cercano a su media de la temporada que es de un 39 por ciento. Ante el Unicaja en cuartos la superó, pues tuvo una efectividad del 43 por ciento en el primer encuentro y del 50 en el segundo.
Además, tal y como reconoció su técnico Pedro Martínez al finalizar el primer partido, deben encontrar una solución para frenar a Felipe Reyes en la posición de 'cinco' pues es más móvil y ágil que sus propios pívots.
Pese a jugar fuera de casa, el equipo valenciano estará acompañado por cerca de dos centenares de aficionados, entre los que se desplazarán desde Valencia bien en un autobús o bien por sus propios medios y los que residen en la capital.