VALÈNCIA. El Valencia Basket recibirá este sábado al Casademont Zaragoza en la séptima jornada de la Liga Endesa reforzado por su triunfo de este jueves en la Euroliga en la pista del Zalgiris Kaunas, pero avisado por la derrota que sufrió ante el Unicaja en su último partido liguero.
El equipo valenciano, que descansó la pasada jornada, afrontó en la anterior la visita del equipo malagueño tras haber firmado un brillante victoria en la cancha del Real Madrid en el torneo europeo pero no fue capaz de dominar el encuentro, dejó que el Unicaja llegara por delante y con confianza a un final apretado y perdió.
La situación ahora es similar porque el Valencia, tras llegar ocho puntos abajo al descanso en Kaunas, firmó una notable segunda parte para darle la vuelta al choque y doblegar a un equipo que estaba invicto en la competición.
La confianza de ese triunfo se medirá, además de con el equipo maño, con el cansancio al haber menos de 48 horas entre un choque y el otro, viaje incluido desde Lituania, pero también con la falta de pericia que el Valencia ha mostrado hasta ahora para compaginar ambas competiciones.
De hecho, en las últimas semanas, el técnico Jaume Ponsarnau ha insistido en la necesidad de inculcar en la totalidad de su plantilla “la cultura” de ser competitivos en los dos torneos.
Este deseo podría llevar al entrenador catalán a variar de una manera más acusada de lo que lo ha hecho hasta ahora la rotación entre los partidos de la Euroliga y la ACB.
De confirmarse, supondría por ejemplo que Martin Hermannson, que no jugó en Kaunas, tendría un papel protagonista en el choque o que también tendrían uno, aunque no fuera tan destacado, Jaime Pradilla, que tampoco jugó, y Josep Puerto, que ni si quiera viajó.
En el caso de Pradilla se mediría al equipo en el que se formó y al club del que este verano decidió salir previo pago de la cláusula de rescisión.
Más allá de cómo afronta el Valencia el encuentro tras su victoria en Lituania, también lo jugará desde una posición incómoda en la clasificación con tres derrotas y sólo dos victorias en su casillero, algo que le añadirá un punto de presión.
Su balance de triunfos es el mismo que el del Casademont sólo que el equipo maño lleva una derrota más, aunque el triunfo del pasado fin de semana ante el UCAM Murcia ha dado algo de aire al equipo del cuestionado Diego Ocampo.
Para este partido, el Valencia mantendrá la baja de Joan Sastre y tendrá que hacer dos descartes más. Se da por hecho que uno será Quino Colom y el otro no podrá ser un jugador de formación local, lo que excluye a Guillem Vives, Fernando San Emeterio, Puerto y Pradilla.