VALÈNCIA (EFE). El Valencia Basket cierra el 2019 en el que culminó con nota su primer ejercicio en la Liga Femenina y debutó en torneos europeos y afronta el 2020 con el objetivo de dar un paso adelante y situarse en la elite nacional y continental pero lastrado por las graves lesiones de Leticia Romero y María Pina.
El equipo que dirige Rubén Burgos avisó de sus intenciones en la Copa de la Reina, en la que estuvo a punto de dar la sorpresa y eliminar al poderoso Girona en cuartos de final.
Finalmente la dio en los cuartos de la Liga, en los que eliminó al Lointek Gernika Bizcaia y puso el broche a su primera campaña en la máxima categoría.
En verano, el club reforzó la primera plantilla con jugadoras como Queralt Casas, Leticia Romero, Jana Raman o Julia Resingerova y cumplió con la idea de ampliar la rotación sin alterar el equilibrio de la plantilla.
En esta nueva temporada, el Valencia ya se ha superado y ha cerrado la primera vuelta como tercer clasificado -frente a la quinta posición de la pasada- lo que le hace ser cabeza de serie en el sorteo de los enfrentamientos coperos.
Además, lo ha hecho mientras protagonizaba un inmaculado debut en la Eurocopa al pasar la primera ronda sin haber perdido un solo encuentro y con uno de los mejores balances del torneo.
El conjunto valenciano afrontará ahora la segunda vuelta de la Liga femenina con el objetivo de mantenerse entre los cuatro primeros y así tener ventaja en el factor pista en cuartos de final para poder repetir en las semifinales ligueras y poner las cosas más difíciles a su rival, que en principio serían Girona o Salamanca.
En la Copa de la Reina, que se disputará en Salamanca, el objetivo será pasar la primera ronda con la ventaja de enfrentarse a un rival teóricamente inferior y a partir de ahí soñar con una primera presencia en la final del torneo.
Por último, en la Eurocopa, tras haberse librado por su buen balance de una eliminatoria previa de la siguiente fase se medirá al ganador del cruce entre el WBC Enisey ruso y el Gorzow polaco, que viajará a Rusia para disputar el 9 de enero el choque de vuelta con una pírrica ventaja de un punto.
Después de haber superado con holgura la primera fase no hay una meta clara para el equipo que dirige Burgos, pero visto el nivel de los equipos en la primera vuelta, la entidad puede soñar con estar al menos en las semifinales en este debut continental.
La parte más negativa es que en el último tramo de 2019, el equipo ha perdido por sendas lesiones de rodilla a Romero, que ya ha sido operada y que no volverá a jugar en principio esta campaña, y a Pina.
Esta jugadora, su gran referente en ataque, también tiene afectado el ligamento cruzado y aunque el tratamiento todavía no se ha decidido, también podría estar meses sin competir.